Por la Barranca a la Malicosa

El Sol abrió las puertas al campo, y así un 24 de enero riatas de coches salían tempranamente de la Gran Urbe para entrar en el campo, ante sus portas abiertas de par en par.

Caminando de la Mali a la Bola del Mundo

Atasco y entretenimiento en el asfalto en la primeras horas (como si de un lunes se tratara), menos mal que nosotros nos quedamos en el pueblo de Navacerrada, para desde allí ir al aparcamiento de la Barranca. El día pintaba en fuerte Sol y abundante nieve. La zona de aparcamiento sólo está para los atrevidos, y por muy atrevido que uno fuera, tampoco podía evitar un mal apuro que otro. Solucionado todos los males e imprevistos a las 11,00 horas comenzamos un ascenso de a pie firme y vivo.

Muchos y muchas se dieron al entretenimiento de las nieves, y así fuimos vivos, sin dejar las nieves desde el primer paso. Subir, ascender, progresar, adelantar y hacer crecer las pulsaciones, que sólo eran alteradas por algún que otro atleta que ascendía a ritmo inquietante.

1.000 m. de subida positiva hasta la Mali

La huella en la nieve era amplia y su consistencia en el límite de no cramponear las botas. Al cruzar una mezcla de roca y nieve, nos deja a los lomos de cumbrear la Maliciosa. El viento arrecia, levantando chispas de madura nieve cristalina. Cruje el suelo, el azote ventisquero cruza la cara, hay poca tregua, pero sus resquicio nos deja vistas de fondos infinitos.

El bajar es un juego arrítmico de trotes, risas y revolcones de nieves.

Las prisas no esperan.

Entremedias de esto, las Bestard FF Trek Alpine que superan la prueba con excelentes sensaciones, donde su semirrigidez, no impiden un perfecto acomodo del pie, sensación de ligereza y firmeza de andar. Espero que tengan larga vida y excelentes rutas.