viernes, 31 de diciembre de 2021

Venturoso año 2.022

Esta  mañana comencé con un “Anda y Bueno vas”. Despedir a uno en estas condiciones, es como decir “vaya la que me has dao”, “me has tenío envilo”, “que descanso me dejas” o uno puede ser más explícito y decirle al año 2.021, -Váyase Ud. A la mierda-. Sea la expresión que sea, esto es lo que mejor define el sentir de todos o casi todo el mundo.


Hoy después de un grato paseo, de esos de tardes de sol, y embelesao por unas bellas letras de reflexión, también llego a ver lo afortunado de contarlo. Después de andar y pasar entre este angustiado recoveco que nos ha ido marcado este año dos mil veintiuno, y como alguien dijo, sin tan siquiera echar la vista atrás “ni el polvo en las zapatillas quiero llevarme”. Pero es cierto que es el momento de cribar este gran montón que se ha acumulado de este año de mierda, y apartar tanta granza para quedarnos con esos momentos que nos han hecho sonreír o ver que somos afortunado de poder seguir, quizás esto, y el valorar la excelente calidad de esos cortos, pequeño pero intensos momentos sea suficiente para afrontar el 2.022 con esperanza e ilusión de que este año venidero va a ser el bueno o mejor normalico.

¡Que así sea!.

Mientras tanto, en un momento y sin andarme sin miramientos quemo esta mierda de año y así también le digo –Tanta paz lleves como descanso dejas-.

Con toda fuerza desear un Venturos año Dos Mil Veintidós.



viernes, 24 de diciembre de 2021

Navidad 2.021

Un año más, todas la figuritas repartias y espacias por sus recovecos. Atareas u obligadas a estar sin moverse, así es esta Navidad.

Una Navidad tan especial como todas, tan distintas a las demás, así siempre es la Navidad, al fin y al cabo es el continuar el día a día, el mes a mes y año tras año.

Este año lo especial es la acumulación de sentimientos, de deseos, de ganas,… por ello cada una de las figuritas acumulan muchas muchas emociones que acortan la distancia El verlas te dibujan en la mente instantes, momentos que fueron único, quizás no todos tan buenos como son o han sido nuestros deseos.

Cada figuritas tiene su historia y esconde mucha acumulación de momentos.... y siempre esperanza. 

Era un niño, por casualidad o porque iba con mi madre, allí me encontraba. En medio de la habitación, sin más muebles comenzó a rinrinear un armatoste, que era un teléfono gris de ruedas numéricas, parecía un sonido infernal en aquella habitación vacío. Ellos lo miraron, se miraron y nadie se atrevió a tocar aquel infernal aparato que con su rinrinear llenaba la habitación vacía.