martes, 30 de mayo de 2017

Casas del Mesegar

Viento de solano, malo en invierno y peor en verano.

A la hora del cierre de la fresca me ando aprovechando de sus bondades entre estos precipitados calores, pero da que la cabeza va por otro lado. Estos aires parece que varían los cuerpos, y así fue el sábado.
Lagunas de Villafranca de los Caballeros

Llegó el domingo y el cansino viento sigue torturando. Entrando en las lagunas, mientras en el fondo andan desplegando preparativos de triatlón, yo departo unas palabras, y de estas salen el andar, y de este andar surge el hablar: ¡Vamos al Mesegar!.
Panorámica sobre las casas del Mesegar

Sobre el puente en el
río Cigüela

Cruzando el río Cigüela, por el camino de las Olivas (dirección a Quero), hacia la izquierda está la laguna del Mesegar; el río Cigüela es la frontera entre este humedal y el del Taray. Después de surcar entre un camino apretado de taráis nos encontramos con las Casas del Mesegar. Casas en completo abandono a la vera del río. Fueron esbeltas y bulliciosas, así parece indicar su desvencijado porte. Aquí se recibió al Emérito Rey (eso dicen). Sus lagunas, atrapadoras en otro tiempo de las aguas del Cigüela, daban vida, la misma que alegremente y tranquilamente trasladaba esta cuenca de brazos anastomasados.

Ayer fue casa de señoritos de escopeta nacional, hoy sólo un desolado lugar: ruinoso, saqueado, abandonado que dibuja un escenario de decadente naturaleza. Y digo que entre aquel tiempo y este otro podía existir un medio.
Imagen de la zona en el SIGPAC

Enlace que te llevará a fotos del lugar (pincha sobre la imagen de abajo):
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miércoles, 17 de mayo de 2017

El Umbral de la Eternidad

Pinchar para ir a Ken Follett

Mezcla los ingredientes contrastables de personajes y hechos históricos que enfrentaron fríamente a un medio mundo contra él otro y entre todos ellos sitúa hábilmente a unos personajes de ficción que serán los hilos conductores del submundo oculto de los miedos, las angustias y deseos que atenazaba a una sociedad dividida, pero sostenida por un mismo  pilar: el imperialismo, que sostiene dos contrapuestos brazos: el capitalismo y el comunismo.

No hay hecho histórico que se sustraiga a la hábil pluma de Ken Follett, ni aquellos personajes que en aquel entonces tenían en su mano el poder omnipotente de decidir durante el periodo histórico denominado “Guerra Fría”, entendido desde la finalización de la II Guerra Mundial hasta la caída del Muro de Berlín. Kennedy, Martin Luther King, Nixon, Jrushchov, Brézhnev, Gorbach,  los misiles de Cuba, El Muro, la cultura hippy,…

“- Las máquinas de escribir son caras. – No es solo por el dinero. Es una voz disidente, una visión del mundo alternativa, un modo de pensar distinto. Una máquina de escribir es libertad de expresión.” (El umbral de la eternidad).

Los personajes creados por el autor de “El umbral de la eternidad” son movidos sabiamente (por ello su escritor es un bestseliano), para estar entre las luchas y temores de los líderes que pujan por vencer al otro medio mundo, eso sí, amarándose a un sillón donde unos esconden una sociedad con alarmantes tintes de racismo o, en el otro caso, una sociedad en el que se le trata de inyectar el virus de la despersonalización, donde toda su sociedad se convierta en una línea plana.

Quizás hasta uno pueda hablar de buenos y malos en este libro, o simplemente de dos mundos convertidos en “ los Hermanos Daltón”, donde al final, como siempre, es la sociedad del devenir diario la que sufre las fechorías de estos dos poderes hermanos antagónicos y siempre regidos por un dudoso hilaje interno que mueve intereses bajo el supremo “bien común”.

Un libro que no me ha dejado indiferente, porque es un libro que me recordaba momentos históricos vividos en mi niñez, pero que en aquel entonces quedaban muy alejados y sin una toma real de los que en la “mesa estaba en juego”. Y desde este juego del manejo de hechos históricos, Kell Follet va llevando al lector a una realidad reciente, que inexorablemente es la consecuencia de la suma del transcurrir de lo que antecede.

“- La política internacional es como un vaso. Los movimientos agresivos por parte de cualquier bando vierten agua. El rebosamiento es la guerra.” (El umbral de la eternidad).

Los Americanos y los Rusos o los “Avelicanos” y los “Rojos”, al fin y al cabo, son dos mitades del frío mundo. Uno abanderando la libertad de los pueblos oprimidos y la otra abanderando la desaparición de la diferencia de clases, mientras respectivamente los unos internamente están fracturados ante unos derechos civiles que rompa con el racismo imperante y los otros activando una maquinaria de control para el aplastamiento del individuo.

La historia reciente es su hilo conductor, siendo fedatarios del siguiente acontecimiento los personajes ficticiamente colocados por su creador. Leer hasta el final no se me ha hecho escabroso, es más me ha entretenido, incluso ha dibujado aquellos años con aquel sentir los hechos de manera infantil, pero con un toque de que  cada paso de aquel entonces es un logro del ahora, donde los verdaderos autores del ser hoy son una inmensa sociedad que está por encima de aquellos dos medios mundos.

La Caída de los Gigantes, el invierno del Mundo y…. ellos me han llevado al Umbral de la Eternidad, aunque la eternidad de este planeta llamado Tierra tenga un mal permanentemente subyacente: La III Guerra Mundial.


 “Las puertas del otro lado también estaban abiertas, así que las traspasaron, y el Este se encontró con el Oeste.” Sobre la caída del Muro de Berlín (El umbral de la eternidad

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lunes, 8 de mayo de 2017

Ruta Humedales Manchegos I - Por Taray y Peña Hueca

Sin se nombran los Humedales Manchegos, todo el mundo fija su mente en unos concretos y muy nombrados, pero La Mancha de los Humedales es un conjunto de biodiversidad que ocupa una vasta extensión, y entre todos ellos y su conjunto de peculiaridades hacen la exclusividad de esta zona.

Alguien dijo, que los otros Humedales son desconocidos, y sin embargo su ecosistema, envuelto en avifauna, específicas plantas, praderas y sus peculiares láminas de agua, muchas de ellas salinas, hacen un paisaje digno de visitar con sosiego.

Aquí os presento una magnífica ruta dentro de la zona de esta Reserva Natural enclavada en el Corazón de La Mancha, que situando como eje el río Cigüela en su recorrido medio nos deja un atractivo recorrido llano y lento al igual que el discurrir de sus aguas, que en otro tiempo eran desbordantes, hasta la vil alteración humana de su cauce y márgenes.

Son los otros Humedales, aquellas que nos les precede la fama del nombre, pero si contienen el sosiego de recrear grandes vistas entre apasionados silencios, donde imágenes costumbristas de la zona nos dejaran la mejor huella.
Villafranca de los Caballeros es el punto de partida, con un recorrido de casi 50 km, donde su escaso desnivel lo hacen de pedalada tranquila y disfrute de los lugares.


Comenzamos pasando por la laguna Grande, seguida de la Chica, para encarar la Laguna del Taray. Pedalear y parar, disfrutar de sus grandes vistas. Seguir a la laguna del Tirez, observar tranquilamente en la laguna de Peña Hueca, otra vez hacía el Taray, pero con desvío hacia la laguna de los Arbardinales, pedaleamos hacia Quero, donde su vetusta estación ferroviaria está adornada con sonido de cigüeñas, vamos hacia la laguna del Abogado (Antiguo molino de harina, que se valía de las aguas del río Cigüela).
Seguimos porque estamos llegando a su fin, la Dehesa, volteando la laguna Chica y Grande, para entre sus barcazas culminar en San Isidro.
Para culminar el día puedes hacer que las noche y el día hagan su espectacular relevo, y bajo una música de intercambio de colores disfrutes de la puesta de sol, desde el embarcadero del Alemán en la laguna Grande de Villafranca de los Caballeros.
Track de la ruta de 45 km por los otros Humedales (pincha sobre la imagen de abajo):

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martes, 2 de mayo de 2017

Ruta Circular los Galayos por el Yelmo

Esta vez queremos dar un nuevo giro, y desde la plataforma de Gredos en Guisando (la Cabra), vamos hacer una circular. Quizás se nos ha echado la mañana encima, son las 10,00 horas; pero el madrugón ya venía servido desde Villafranca de los Caballeros.

Buena mañana, creo que fue excelente, de esas del calor justo. Sabemos que la jornada va a ser larga, pero apasionante, hemos calculado cerca de los 22 km.

Sergio, Bienve y un yo salimos con la moral muy alta y a ritmo sostenido, pronto nos encontramos con el desvío al Yelmo (este desvío está antes de llegar a la fuente de  Macario). Es una subida suave y cómoda, pronto nos muestra la otra cara de los Galayos, desde aquí son avezados panzones. La senda que siempre nos va a ir dejando los Galayos hacia la izquierda esta perfecta, así cuando nos encontramos con una familia, uno de ellos se muestra orgulloso de ser parte del estado tan cuidadoso que esta la senda.

Hasta llegar al arroyo Herveros la senda está bien marcada. Es en esta parada donde no hay que escatimar tiempo para enlazar con la senda del Peón. Una vez culminada esta subida giramos hacia la izquierda y seguimos la cuerda. Pisamos nieve, en año escaso, se agradece y se disfruta.

Vamos retrasados y nuestro objetivo se modifica, dejamos la Mira para otra ocasión y enlazamos con la Apretura para llegar al Victory y de allí por las zetas hasta la plataforma.

Buen día con excelente ruta, indudable que requiere un poco de ir preparado física y mentalmente, pero así es el Kinkillero de La Mancha.


Restaurante la Cabra, casi a la hora del cierre, pero ahí estaban para darnos unos suculentos tentempiés  para desbloquear los músculos o quizás eso quedaría para un buen reposo. Uno u otras cosas suavizará los músculos; de pronto -¡Anda! La cartera – y echando mano a una mochila y a otra resulta que la cartera anda en el bolsillo pero lo que más arriba se ha quedado ha sido el cortavientos recién estrenao  de Sergio. Por la “mirá” que despide parece que se quiere lanzar a su búsqueda, pero al final la noche la tenemos encima.

Track de la ruta circular desde la plataforma de Gredos (Guisando), pasando por el Yelmo, puerto el Peón, la Apretura, refugio Victory y la plataforma:

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