Mil y una información, así es el
continuo de una gran ciudad, sin embargo, a veces, la ciudad te ofrece a tiro
de piedra un espectáculo único, que sólo requiere algo de ti. ¡¡Ganas!!.
Con el tiempo adquieres la
facilidad mental de espulgar, las mil y una información, para quedarte con las
justas y necesarias para tu devenir diario. El hecho de que se haya convertido
en hábito, no significa estar exento de esfuerzo y cansancio. La `prueba es que
si por un casual, esa “mochila” tienes ocasión de descargarla, el paso se
convierte en algo más vivo, alegre y despreocupado.
Buscar la ocasión y romper lo
cotidiano, te dan oportunidades únicas, y a veces sólo están a tiro de piedra
de la gran ciudad. Espacio y aire, un lugar donde la grandeza de la montaña se hace
más inmensa, si cabe, al calzar unas zapatillas y correr, porque el correr te
traslada por lugares inigualables.
Así todo ocurrió la tarde de
un 4 de marzo de 2015, donde el pico de
Peñalara no resistió a nuestro esfuerzo entre nieve “papucha”, en la que a cada
zancada nos ofreció un espectáculo inigualable.
¡Ven! ¡Corre! y lo verás.
Nota de interés: No olvides llevar
unos calcetines y zapatillas para los despueses. ¡Ah! y la comida para las 9,00
horas tarde-noche, no hay otra.
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