sábado, 28 de diciembre de 2013

La he visto


Mi marcha se vio detenida de súbito. Su mirada, como salida de los ojos, penetraba mi cuerpo. Su cabeza con movimientos bruscos e inquietantes se hacía sentir a poco menos de unos centímetros. El vaho teñía mi cara en una espesa niebla, que sólo dejaba sentir un sonido bronco y tenebroso. No logre descifrar letra, ni palabra o frase que me desbloqueará. Me encontré atenazado, imposible articular palabra ante aquella presencia fantasmabólica. De cabellos negros tétricos, acabados en un alto moño espeluznante, donde un camisón en blanco vuelo dejaba traspasar una brisa helante. Aquella macabra situación, que erizaba mis pelos, congelaba mi piel e inmovilizaba mi cuerpo no me dejaba ver. Era el fin de los fines.

Una voz metálica chirría –Ofertas del día, si se lleva un kilo de chirimoyas le regalamos una latilla de berberechos-. La voz chirriante me deja abrir los ojos y, por fin, después de pasar  la cuarta o quinta vez por la línea de detergentes la logro ver al fondo, donde esta dudando de echar el detergente en polvo o el líquido concentrado.

28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. Bien temprano los vecinos, en aquellos tiempos, agudizaban el ingenio para de manera “inocente” dar la primera inocentada. Hoy seguimos la tradición, rememorando aquel episodio bíblico con ingenuas inocentadas, en las que hasta los medios de comunicación nos intentan colar su inocentada, que en muchos casos son un bello malabarismo de ingenuidad hecho noticia.

Desde esta inocencia, se les pide que a lo largo del año utilicen el rigor informativo, incluso su contrastación, ante aquellas noticias que surgidas de la inocencia de las gentes y su buen hacer, el hecho quede convertido en una  burda noticia, para hazmerreir de” panfleto” que lo publica y sin dejar de ensalzar la importancia del saber hacer y el actuar de las personas que se encuentran con estos dramas sociales, por otro lado muy habituales hoy en nuestros días.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Cercedilla MAM


Es Navidad y en Cercedilla, un año más, surcamos los aledaños montañosos en la Décima  CXM. Este año pendiente de las inscripciones (se agotaron en cuatro días) conseguimos estar en la lista de inscritos, teniendo en cuenta que este año han ampliado 500 corredores más.

2500 atletas en una carrera en Madrid o sus aledaños, no es sorprendente. Ver crecer una carrera, sobre todo para los organizadores, es gratificantes; pero ¿dónde ponemos el límite?. Recuerdo la triste imagen de numerosos atletas (no todos eran maratonianos) arrojando las bolsas de ropa para poder estar en la salida a tiempo, esto ocurría en la última edición de la maratón de Madrid, la organización no dio abasto. ¿Por qué esa obsesión de hacer una salida multitudinaria?. No importan sacrificar el prestigio y el buen hacer de años, a cambio de más y más corredores, inventándose carreras de 10 ó 21 km entre los 42km 195m, porque lo que importa es hacer una salida supermultitudinaria.

La carrera de Navidad de Cercedilla, entre sus mensajes lleva el de ser una carrera de iniciación en  la montaña, he de decir que hace años, siendo sólo un corredor urbanita, sus imágenes me transmitían el probar esta aventura. Por circunstancias han sido otras CXM las que me han metido en este mundo, y esto deja otro mensaje, CXM se organizan muchas y como atletas que queremos disfrutar de estas aventuras, tenemos un amplio abanico en donde elegir y debemos ser selectivos.

Los atletas laguneros este año hemos estado en la salida de la X CXM de Cercedilla, destacando el estreno en esta especialidad de Pedro. El ambiente inicial era espectacular, la entrega de dorsales era ágil y en la línea de salida nos amontonamos más y más atletas, provocando una salida lenta y andante, cuando no algún ligero empujón o tropiezo.

Una vez encaramados por los caminos de montaña, fuimos en casi continua ascensión hasta llegar al km 8 (1470 m de altura). La organización, para evitar atasco, eligió un recorrido casi de “avenidas” anchas para dar fluidez al conglomerado de  participantes. A partir de su máxima altura, nos encontramos con alguna pequeña bajada técnica sometida a los hielos, que con cierta rapidez nos adentraban en Cercedilla.

Este año la organización ha sacrificado la calidad del recorrido por la cantidad de participantes. Nada tiene que ver la dificultad y el disfrute en el terreno y sus vistas de la pasada edición con la de este año. Espero y deseo que él querer más y más, no suponga una ascensión brusca que acabe creándole la patología  MAM (Mal de altura) y transforme la euforia de la montaña en agonía.
Saciador de hambres
Hablando de lo que nos ocupa, decir que una representación de CA Las Lagunas anduvo corriendo entre montañas (Jesús, Bienve, Pedro y Julián), también como viene siendo habitual estuvimos gratamente acompañados por Sara, Miguel y Roberto compañeros de “fatigas diarias”.

Y como bien dicen nuestros mayores “el campo abren las ganas”, si a esto le añades el aire navacerrano, nada mejor que reunirnos los atletas y acompañantes (Sara, Sheila, La Juli, Emilia y M Ángeles) ante un buen fuego para dar cuenta de unas sabrosas y reconstituyentes  viandas.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Mi Belén


¡O viejo desventurado!
Negra dicha fue la mía
en casarme con María
por quien fuese deshonrado.
Yo la veo bien preñada:
no sé de quién nin de cuánto.
Dizen que d´Espíritu Santo,
mas yo d´esto non sé nada
(Auto de Navidad de Gómez Manrique)

Llegan  fechas entrañable, donde los tuyos los quieres tener cerca, ha ellos se va el primer suspiro, -Tendrá que ser así-. La inestabilidad laboral, el túnel oscuro sin fondo con luz, la necesidad de conseguir lo que aquí te niegan, un sin fin de afirmaciones que resaltan en negras negritas un 26%. Pero en el fin del suspiro siempre gorgotea una esperanza.

Llegan fechas entrañables, donde los tuyos los quieres tener cerca, ha ellos se va la primera lágrima, -Tendrá que se así-. Su voz, sus palabras, su presencia, su sin importancia. Que grande se ha hecho en el corazón y que tristeza arranca entre estas lágrimas.

Un año más y cumpliendo con la tradición, despliego papel piedra, corcho, ramas, casas y arena, donde entre sus dibujados espacios distribuyo la distintas “figuritas”, que van dando forma al tradicional “Belén” y mantienen esta entrañable costumbre familiar.

A lo lejos, apartado, (lo que me da el espacio) sitúo a los poderosos. Quiero que sus orgullos, sus codicias, sus tejemanejes e insidia queden apartados, inmóviles, pero visibles. Con el resto de figuritas me gusta crear el ambiente llano y sencillo. Quiero que el quehacer de la gente humilde sea la que de vida y destelle, por encima  de la ignominia del poder, que sobresalga la gente honrada y trabajadora. Quiero que el buenhacer, la constancia y lucha sean las que den fuerzas a este  Belén y, por supuesto, quiero tener la figuras de siempre, aquellas que nacieron en mi niñez y me dan un palpitar muy especial, porque me aportan el aroma de vida y el sabor de recuerdos.

Felicidad y año de bienes para los que sin tener que ver na
aguantan lo que otros han desaforao

domingo, 15 de diciembre de 2013

1984

El que todo lo sabe
Me gusta más acercarme al futuro desde el pasado, saber cómo se ha ido construyendo nuestro mundo, aprender de los errores, valorar y admirar aquellos grandes personajes, que en mayor o menor medida, han conseguido que este mundo intente ser algo mejor.

 Soy muy escéptico con el vaticinio y más si este es destructivo de la persona individual,  como es el caso de George Orwell, en el libro 1984, donde  se suprime la libertad del individuo y su  independencia, para ser sometido al imperio de un estado totalitario que controla hasta el ámbito más íntimo de la persona.

 “La sombría y omnipresente figura del  Gran Hermano, el jefe que todo lo ve, todo lo escucha y todo lo dispone”, escribe Geroge Orwell en el libro que ha sido el inspirador el reality show televisivo Gran hermano, en donde un grupo de personas se someten al ojo que todo lo ve.  1984, describe una sociedad  sometida al totalitarismo más salvaje, basado en tres consignas: La ignorancia es la fuerza, la esclavitud es la libertad y la guerra es la paz.

La implacable red que todo lo controla no está para ser el presente, sino ser el permanente futuro, superando las consignas históricas de aquellos gobiernos que las llevaron a cabo y fracasaron: El despotismos era: “No harás esto o lo otro”. La voz de mando de los totalitarios era: “Harás esto o aquello”. Nuestra orden es: “Eres” (1984, George Orwell)

 El Partido ordena “ERES”, donde sólo el Partido sostiene la verdad y es efectivamente la verdad, porque es imposible  ver la realidad sino es a través de los ojos del Partido.

Controlar el pasado, modificándolo  mediante palimpsesto, donde la historia queda relegada a la verdad del Partido. Controlar el individuo, mediante la supresión del raciocinio lógico, es establecer la verdad increbrantable para conseguir la felicidad colectiva que sólo el Partido tutela.” Desaparecida la mente individual, única capaz de cometer errores, se da paso a la colectiva  e inmortal que recae en el Partido, como única capaz de captar la realidad.” (1984, George Orwell)

Construir un neolenguaje,  suprimiendo las palabras que son innecesarias, limitando la capacidad de pensar, asegura la anulación del individuo y se obtiene el total control de todos y cada uno de los individuos en una sociedad identificadas por tres clases: Alta, media y prole.

Con un pasado hecho a la medida -y en cualquier momento modificable a su interés y necesidades de control-  asegura el futuro, anular al individuo para dejar la verdad a los ojos del Gran hermano, establecer un neolenguaje que impide  la construcción de  un pensamiento divergente, sólo queda buscar una estabilidad intrafronteras.

Tres  superestados planetarios (Oceanía, Eurasia y Asia Oriental) con fronteras de dudosas definición y que no importan, porque en estas guerras no hay interés de ningún Estado por vencer, tampoco  pretende la destrucción de vidas humanas, sino buscan destruir el material y la sobranza, a través de una guerra permanente, que evite una paz prolongada que sólo  devolvería  a la sociedad  su capacidad de pensar y recuperar la individualidad, además la guerra crea la atmósfera mental precisa para mantener una sociedad jerarquizada y la vía de achacar al enemigo los males internos.

Establecido todos los controles para mantener una sociedad  permanentemente vigilada, donde la individualidad es inadmisible y los disidentes son severamente castigados y antes de ser llevados a la muerte, son sometidos a un lavado mental, en el que  el disidente acaba amando al Gran Hermano y conforme con ser ejecutado, con está programada muerte también se destruye cualquier posibilidad de crear mártires que sean convertidos en refentes  que alteren la estructura de este totalitarismo salvaje.

Al fin y al cabo una entelequia, pero que deja un ligero poso, que nos lleva a la reflexión sobre las posibilidades reales de control y al esfuerzo que se tiene que hacer para llegar a discernir la realidad de lo que muchas veces de otra manera se nos quiere presentar.

Cuídate del ojo del Gran Hermano y para ello adéntrate en este libro de George Orwell.

domingo, 8 de diciembre de 2013

La Pedriza por las Torres

Cantocochino, esa mañana, se había convertido en el punto de concentración de la expedición. Casi en certera puntualidad inglesa, los expedicionarios procedentes de allende los diversos lugares, comienzan sus saludos y presentaciones: Eva, Silve, Sara, Belisario, Gregorio, Bienve, Fausto, José Luis, Miguel, Roberto, David, Carlos, Adrián y Julián.

Envueltos en capas cuan cebolla, se inicia una marcha en cadena. El sol, ya está rompiendo con fuerza los fríos de la noche, y será con las primeras subidas cuando se comiencen a descubrir tímidamente los cuerpos. La mañana presagia un día pletórico en colorido, en donde los inmensos paisajes que se irán descubriendo con la conquistas de las alturas nos irán dejando un espíritu encomiable, al inundarnos del poder de la montaña.

Las Torres, una vez conquistadas en sus cumbres, nos muestran un blanquecino horizonte, donde la Bola del Mundo y su Cuerda Larga susurran nuevas propuestas. Avanzado y posicionándonos en dirección suroeste, sus rayos sosiegan el cuerpo en descanso: Queso manchego, chorizo de jabalí, chorizo de la Alberca,… atraen el revuelo de buitres leonados. Todo un espectáculo, donde el lujo de la naturaleza se ofrece al mejor de sus precios.

Laberinto. Vuelta y revuelta. Dudas. Los expertos calculan, los gepeeses se retuercen y la audacia de los presentes marcan las marcas. Un laberinto de rocas graníticas de figuras difíciles sigue mostrando unas imágenes bonitas, bellas, inconmensurables... 

Bajar, seguir bajando. Donde el cansancio va dejando sus huellas en el cuerpo, y la esperanza de alzar unas “gordas” que conviertan los momentos en anécdotas o quizás en algo más a cambio de bien poco.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Cabezera o intro


Por fin me he decidido donde andaba de cabeza y, por fin, me he lanzado en “intro”. Aparece una evocación al azul infinito, que me deja una amplia vía donde esparcirme; permitiéndome tocar de aquí y de allí, con la siempre incertidumbre de tropezar con algún nubarrón  que provoque el momento incierto.

Sea ante un horizonte infinito o ante las tinieblas de los nubarrones e incluso ante la mezcla de infinito y nubarrones, siempre aparecerá el alma de corredor. AdC forjado en calles, parques o caminos, donde siempre los momentos han estado teñido con un marcado sabor agridulce y con la acidez justa para seguir soñando.

jueves, 28 de noviembre de 2013

El Maestro del Prado

 Con un cierto sabor agridulce, donde un cúmulo de datos, que entrelaza pintores, reyes o poderosos con el submundo de fronteras para poder traspasar de un lado al otro, sin olvidar las predicciones escondidas entre lienzos que pasan  desde Rafael Sanzio a Leonardo Da Vinci o El Bosco, entre otros. Muchos son los misterios que esconden las tablas expuestas en la gran pinacoteca del Museo de Prado.

“El buen maestro llega sólo cuando el alumno está preparado”, es en ese momento cuando se comienzan a destapar los secretos del Prado, y comenzamos a descubrir junto con Javier Sierra un museo predictivo.

La fascinación de ver las pinturas desde una perspectiva escudriñadora, no ha evitado  momentos, casi angustiosos, que me sacaban de la lectura. Los datos y más datos que el misterioso maestro Fovel  maneja me pierden y no me hacen sentirme cómodo, otras me agarran al misterio descriptivo de los signos que se muestran en cada lienzo y siento la necesidad de observar, meterme  y escudriñar los cuadros que inocentemente se exponen en las paredes del Museo del Prado.

Una novela que la siento en altibajos, donde poco a poco se va descubriendo al enigmático maestro y en el momento final, cuando esperas la pregunta directa para una respuesta directa, simplemente no aparece.

Mi consejo es que si decides entrar en esta extraña aventura, coge lápiz y papel y comienza a enlazar con un diagrama relacional a los dos Jesús, la lanza de Longinos, el jardín de las delicias, los rosacruces, el Santo Grial valenciano, los hermanos del espíritu libre, El Greco, el triunfo de la muerte, la perla, la sagrada familia …
Aquí dejo un fragmento de El maestro del Prado (Javier Sierra):

El sueño de Felipe II. El Greco (ca. 1577).
 Monasterio de El Escorial, Madrid
“—Es cierto —asintió—. Para mí el cuadro del que te quiero hablar es, en primer lugar, la prueba de algo mucho más profundo. Algo sin lo cual la comprensión de estas obras que nos rodean sería incompleta y equívoca. El dato que pone en evidencia que Doménikos Theotokópoulos, ese al que en la corte de Felipe II llamaban «el griego», fue un miembro destacado de la confraternidad apocalíptica de la Familia Charitatis. Otro artista para el que las pinturas no eran sino depósitos de un credo revolucionario que profetizaba la llegada de una humanidad nueva y, sobre todo, una vía directa de comunicación con lo invisible. El Greco, no lo olvides, fue místico antes que pintor.

—Pero ¿qué obra es ésa? —pregunto con la curiosidad desatada por semejante revelación.

—En El Escorial todos la llaman El sueño de Felipe II. A diferencia de los Boscos, todavía está en el lugar que le asignó el Rey Prudente. Pero no la juzgues por ese nombre. Ya hemos hablado de lo que pasa con los títulos de los cuadros: ¡casi ninguno fue puesto por su creador!”