domingo, 7 de septiembre de 2014

La Carrera

Ya han pasado unos días y con el paso del tiempo va ocupando su espacio el sosiego, qué mejor, que desde la tranquilidad, hablar de lo que uno físicamente se ha encontrado alejado: La Carrera Popular Las Lagunas.

Si bien aquel día de un 24 de agosto me encontraba a unos cientos de kilómetros, desde las primeras horas tempraneras podía ir dibujando lo que minuto a minuto se iba produciendo. Como he dicho el sosiego del tiempo amaina el espíritu de añoranza de ese día desde la lejanía.

Estaba seguro que la salida sería puntual, siempre ha sido así, a pesar de estar en el ritmo de un pueblo en el que hablar de puntualidad es decir –Cuidao que ya venía.., pero me encontrado con fulanico o menganitco y ya me he entretenido un ratejo-.

Como digo son muchos los lazos que me unen con mi cacho Terruño, y en este caso,
qué decir de una prueba que la he visto nacer y crecer hasta su mayoría de edad. Pero al igual que otras veces mi obsesión por estar y hacer, quizás por evadirme o engañarme de otra realidad, esta vez viví desde la distancia con intensidad el discurrir de la prueba absoluta, porque un año más mi mejor atleta se batía el cobre en esta gran clásica popular, y fue recibir una “guasa” diciendo ha quedado tercero local para activar mi euforia.

He dicho no entrar en visiones sentimentalistas, pero si quiero destacar la importancia de que esta prueba siga sumando ediciones, incluso siga sorprendiéndonos con mejoras que superen el insuperable de cada edición pasada.

Bajo el nombre de Carrera Popular Las Lagunas se van generando retos y propósitos de carácter individual e incluso de cierta capacidad colectiva. Hay niños y niñas que han crecido con la Carrera, otras muchas personas automáticamente asocian el final de agosto con la Carrera  e incluso me atrevería a decir que en el pueblo, por unos días, la Carrera se convierte en la “comidilla” (Cuanta gente, mira quien ha venido, como entró el primero, no sabía que ese del pueblo corría,…).

Seguro que si aquí trasladará la individualidad que provoca la Carrera, esto se convertiría en un sinfín de anécdotas. A veces solamente es fijarse en los gestos, en las sonrisas o en la alegría del paso por meta.


Gesto de esfuerzo  y estilo al pasar por línea de meta la de Jesús que bien me sorprendió cuando al enterarse que el último día de sus vacaciones coincidía con la Carrera, lo primero que hizo fue adelantar el viaje para estar presente en la Carrera de su Pueblo.

Gesto y propósito el de Helena, esa chica que sin ser del pueblo, su ritmo de superación y reto lo marca aquí y en esta Carrera no en otra, puedo asegurar que para ella haber corrido en Villafranca, esta su primera carrera en la categoría absoluta, le traerán excelentes recuerdos y a buen seguro que de seguir así será imparable y porque poco a poco un cachito de su corazón se irá agrandando en esta villa chelera.

La Carrera Popular Las Lagunas se ha ganado a pulso ser Grande, ser Referente y Única por ser capaz de generar una memoria histórica individual y colectiva por su buen hacer. Cuando se consigue este estadio es porque su actividad trasciende más allá del mero hecho del correr, porque junto al propio acto del correr, también convergen sentimientos, retos individuales y colectivos e incluso sus habitantes la hacen como propia. Como todo esto lo digo con el convencimiento de que es así, no me queda otra que quitarme el sombrero ante el excelente trabajo del CA Las Lagunas de Villafranca y quienes ofrecen su apoyo.


Ánimo y fuerza

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