Ya han pasado unos días y con el
paso del tiempo va ocupando su espacio el sosiego, qué mejor, que desde la
tranquilidad, hablar de lo que uno físicamente se ha encontrado alejado: La
Carrera Popular Las Lagunas.
Si bien aquel día de un 24 de agosto
me encontraba a unos cientos de kilómetros, desde las primeras horas
tempraneras podía ir dibujando lo que minuto a minuto se iba produciendo. Como
he dicho el sosiego del tiempo amaina el espíritu de añoranza de ese día desde
la lejanía.
Estaba seguro que la salida sería
puntual, siempre ha sido así, a pesar de estar en el ritmo de un pueblo en el
que hablar de puntualidad es decir –Cuidao que ya venía.., pero me encontrado con
fulanico o menganitco y ya me he entretenido un ratejo-.
Como digo son muchos los lazos que
me unen con mi cacho Terruño, y en este caso,
qué decir de una prueba que la he
visto nacer y crecer hasta su mayoría de edad. Pero al igual que otras veces mi
obsesión por estar y hacer, quizás por evadirme o engañarme de otra realidad,
esta vez viví desde la distancia con
intensidad el discurrir de la prueba absoluta, porque un año más mi mejor
atleta se batía el cobre en esta gran clásica popular, y fue recibir una
“guasa” diciendo ha quedado tercero local para activar mi euforia.
He dicho no entrar en visiones
sentimentalistas, pero si quiero destacar la importancia de que esta prueba
siga sumando ediciones, incluso siga sorprendiéndonos con mejoras que superen
el insuperable de cada edición pasada.
Bajo el nombre de Carrera Popular
Las Lagunas se van generando retos y propósitos de carácter individual e
incluso de cierta capacidad colectiva. Hay niños y niñas que han crecido con la
Carrera, otras muchas personas automáticamente asocian el final de agosto con
la Carrera e incluso me atrevería a
decir que en el pueblo, por unos días, la Carrera se convierte en la
“comidilla” (Cuanta gente, mira quien ha venido, como entró el primero, no
sabía que ese del pueblo corría,…).
Seguro que si aquí trasladará la
individualidad que provoca la Carrera, esto se convertiría en un sinfín de anécdotas. A veces solamente es fijarse en los gestos, en las sonrisas o en la alegría del paso por meta.

Gesto y propósito el de Helena, esa
chica que sin ser del pueblo, su ritmo de superación y reto lo marca aquí y en
esta Carrera no en otra, puedo asegurar que para ella haber corrido en
Villafranca, esta su primera carrera en la categoría absoluta, le traerán
excelentes recuerdos y a buen seguro que de seguir así será imparable y porque poco
a poco un cachito de su corazón se irá agrandando en esta villa chelera.
La Carrera Popular Las Lagunas se ha
ganado a pulso ser Grande, ser Referente y Única por ser capaz de generar una
memoria histórica individual y colectiva por su buen hacer. Cuando se consigue
este estadio es porque su actividad trasciende más allá del mero hecho del
correr, porque junto al propio acto del correr, también convergen sentimientos, retos individuales y colectivos e incluso
sus habitantes la hacen como propia. Como todo esto lo digo con el
convencimiento de que es así, no me queda otra que quitarme el sombrero ante el
excelente trabajo del CA Las Lagunas de Villafranca y quienes ofrecen su apoyo.
Ánimo y fuerza
No hay comentarios:
Publicar un comentario