Programada desde hace tiempo, el 17 de mayo, se llevó a cabo
una “clásica en los Montes de Toledo”: Circular Garganta del Castaña. Esta ruta
senderista te adentra en el ecosistema mediterráneo. La distancia de 23 Km
discurre, una parte importante por senderos entre la finca privada “El
Castañar”. El abrir y cerrar puertas, bien era supervisada, por el anfitrión de
la ruta.
Miguel, nos sorprendió con su nuevo look |
La característica de esta ruta es hacer el recorrido a la
inversa, la parte organizadora se había esmerado en darle el mejor de los
enfoques, por ello se decidió hacerla en sentido contrario a las agujas del
reloj.
El día se prestaba con cierto temor calorífico, que si en un
principio se camufló por la suerte de sobras arbóreas que nos cubrían los
pasos, en sus finales nos ajusticio con desmesura.
Allá por el S XV, parece ser que, el lugar de nuestro primer
descanso y reposiciones de aguas (buena y fresquita), fue el Convento de
Castañar, del aquel entonces guardan unas casis desaparecidas ruinas y en su
centro un monolito (zona inaccesible, por estar vallado).
El Caballeros Armando (por eso de adentrarnos en aquellas
épocas) nos daba ciertos datos: El Cardenal Cisneros, en una modesta casa, por
tiempo de tres años estuvo en esta zona a modo de inquisitorio recogimiento y
reflexión.
La senda los Frailes nos va ascendiendo paulatinamente, a la
espalda nos van dejando bellas imágenes de llanura, al frente nos adentra en un
robledal, para dejarnos a los pies de techo de la provincia de Ciudad Real, el
Pico del Amor de 1.380 m, desde aquí es todo descenso, para descansar y tomar
un bocado en las márgenes del arroyo de Guajaraz, aquí contamos con una fuente
que nos abastece con su generosas aguas. Este arroyo es el termómetro de la sequía, su cauce este año dice “vamos,
que va tirando que no es poco”.
Son apenas 4 km para finalizar la ruta, el sol se manifiesta
al son de timbales, sólo nos
queda la ligera esperanza de regar nuestros
cuerpos con unas bien fresquitas “gordas” a la sombra de los pinos, puntualizo
en el bar de encuentro y despedida, ubicado en Sonseca.
Descanso y reposición a la vera de Guajaraz |
Fuimos casi veinte, grupo heterogéneo por edades, ritmos y
lugares, de todos ellos decir que ¡Da gloría!, pero permitidme destacar a Sonia
Toribio porque ser senderista al lado de la primera mujer absoluta que fue la
vencedora del Primer Trail Humedales Manchegos es todo un lujo.
Y por último quiero hacer una mención especial a todo un
caballero, Armando, que por su procedencia y su “conocencia” del lugar se
asemeja aquellos andantes, que profesaron en las soledades y despoblados
campos, con ánimo de ofrecer su brazo y persona en suerte de favorecer a estos
menesterosos senderistas, así su trabajo, sus pasos, su inquietud los mostró en
denuedo para que todos y cada uno disfrutáramos de estos parajes, pero bien es
cierto que si su trabajo sin reposo y su interés sin descanso llevaron a cabo
todas y cada una de las previsiones, estamos en tierra de encantamientos y la
naturaleza de caprichos extremos calurosos en ello se esmeró.
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