Después de asomarme a la oscuridad
de la noche, para intentar comprender el día que amanecería, sólo vi lo que vi,
unas gotas de lluvia consistente que con perseverancia reverberaban en fugaz brillo, antes de chocar en acera o calzada.
06,00 horas, el empapado silencio
del oscuro amanecer da agua. Carretera y manta, Bienve y un yo, bajo la
expresión- ¡Vámonos! ¡A ver que nos encontramos!-, surcamos carreteras solitarias,
bajo lluvias titubeantes, ahora sí y ahora no, parece que se abre un claro,
parece que se cierne sobre los fondo unos nubarrones muy oscuros.
Dehesa Boyal, punto de salida y
llegada, del Primer Zenagas Trail de Puertollano, pertrechado y armado para lo
que fuera o fuese, un nutrido grupo de atletas nos agrupamos en la línea de
salida para lo que se avecine.
Los collados que dan a las espaldas
parecen querer poner orden en los actores de esta mañana de un 9 de noviembre.
Sujetando en sus cimas mezcla de nieblas y nubarrones, donde el Sol lanza
tímidos rayos, escamoteándose entre las juguetonas nubes, el aire parece
quererse simplemente convertirse en brisa, acariciando con timidez los brotes
de sudor. Sol, viento, nubes y collados perecen querer jugar entre los atletas
que zancadean la humedad de las tierras o dan extraños saltos entre sendas,
piedras, pedruscos y regueros de bajadas técnicas maltratados por anteriores
precipitadas lluvias.
Cada altura ofrece espectaculares
vista de llanos, mezclando luz y sombra. Subir, crecer y disfrutar de un fondo
de tonalidades otoñales. Ser pequeño en una naturaleza grande, verte crecer
ante el equilibrio de altos y bajo, piedras y rocas, sendas y regueros,
aprovecharte de la carambola de los naturales elementos, donde su caprichosos
juego mantiene la lluvia en permanente banquillo a la espera del mejor juego e
otros actores.
Correr durante 30 km, en subidas
insufribles, en bajadas rompedoras y en falsos llanos de caprichoso juego es
todo un reto y un simple saber que hasta el último metro no podrás apostal por
cruzar la línea de meta. Los 30 kilómetros de pura montaña del Zenagas Trail
Puertollano, han estado a la altura de las grandes y con excelente ambiente,
con excelentes zonas de avituallamiento: Jamón al corte gourmet, chocolate,
fruta, barritas energéticas, gominolas, isotónicos,… pero lo mejor una atenta
organización, pendiente de cada uno de los corredores, con detalles de querer
ser lo mejor de la Zenagas Trail, y con esa actitud simplemente han conseguido
ofrecer una Primera Zenagas Trail en Puertollano de lujo.
¡Enhorabuena!