"Los sentimientos, es esa sin razón
de afectos, de cariños, de espacios que ocupan el alma. Son de efectos
acumulativos, dentro de un alma que no tiene límite. Los seres vivos los dan y
reciben llenando un alma sin fin y sin medida.
Pero un buen día “como bicho
inquieto” ilumina el cielo bajo los destellos de la estrella más brillantes
para con fuerza dar sentido a esa sin razón, que generosamente se ha depositado
en el alma sin límite y sin medida."
Los principios de otoño han marcado
el inicio rutero. Esta vez, vía Andalucía desembarcábamos en Güejar. Aquí se
establece el campo base.
Una antigua vía de tranvía abre un
estrecho paso de asfalto para llegar a un parking. Aquí la clave está en
madrugar, sino, media vuelta y busca en el pueblo el alquiler de un vehículo que
te deje en el escaso espacio que desemboca la estrecha vía.
La Estrella da nombre a una antigua
mina de minerales, que para su explotación se creó la vereda que actualmente esta transitada por muchos
ruteros. El itinerario elegido fue el apropiado para el nutrido grupo (Veintidós)
de diferentes niveles.

Una y otra vez se preguntaba y se
respondía para ubicar con certeza los
majestuosos tres tresmiles.
Buen ambiente y bromas, tras el
justo esfuerzo que dejo los músculos
preparados para la próxima.
Una vuelta de alterados y alegres comentarios, rotos por el congojoso
sonido de una lágrima que anuncia que una
nueva estrella da grandes destellos de sentimientos de sin razón.
NOTA: Si algún incomprendido sentimiento encuentras, está dedicado a Zoco, un simple perro.
NOTA: Si algún incomprendido sentimiento encuentras, está dedicado a Zoco, un simple perro.

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