Las lluvias justificaban una III
Travesía por el río Amarguillo, pero a pesar de las abrumadoras tormentas, se
hace difícil hacer surcar aguas por estas tierras. Así que…
Nos surgió la mañana perfecta en
este extraño tiempo de nubarrones. El recorrido estaba basado en una combinación de otras rutas y a vista de
plano mezcladas para crear el track casi perfecto, logrando diseñar una ruta circular de algo
más de 60 km.
Partimos de Villafranca de los
Caballeros, para salir entre humedales y una vez cruzado el puente de la
Tamarilla, girar hacia Pastrana para hallar el justo camino que zigzagueando
nos dirija en bisectriz entre Quero y Alcázar de San Juan para culminar en el
Cristo de Villajos, dentro del término de Campo de Criptana.
Circulamos entre caminos a
izquierda y derecha, aunque alguna vez que otra, obligados a realizar forzados
sprinter por sentir en los talones más bien podencos que galgos (Vamos que si
estuvieran bien encerrados en sus fincas, a buen seguro que bien las
protegerían). Antes de culminar los primeros 10 km nos mezclamos entre lo que
un día quizás fueron carriles y hoy son más bien senderos; transitar este que nos deja una agradable
sorpresa envueltos entre encinas.
Estamos en el km 12, seguir la ruta
nos lleva por unos angostos linderos, otrora caminos, hoy nada de nada, por
ello recomiendo seguir hasta la carretera y girar a la izquierda para una vez
pedaleado 500 metros girar a la derecha y entrar en el camino. Estamos próximos
a la primera parada: la piedra del Ovni. Entre encinas y chaparros se esconde
unos petroglifos (círculos sobre círculos horadaros en la piedra). Desde aquí
cruzamos a troncha lomos hacia la laguna de Salicor, logrando situarnos ante
unas preciosas vistas que nos dejan ver en toda su extensión la laguna del
Salicor. Bordeamos su zona peri lagunar, para en cinco km encontrarnos en el
Cristo de Villajos.
Ya a lo largo se divisa su Cruz, y
es en sus proximidades, donde nos encontramos con la hermandad y voluntarios en
afanosas labores de adecentamiento y preparación para su culto y disfrute.
Fuimos atendidos con atención. Tuvimos la oportunidad de conocer el pozo de las
Nieves (ancestral lugar que almacenaba nieve en invierno para el uso en los
calores del verano). Visitamos tranquilamente la Ermita de Cristo de Villajo, así
como sus instalaciones y que mejor culminar de tan atenta visita departiendo el
almuerzo con estos afanados hermanos. Huevos revueltos, ensalada de tomate y
pepino, regado con una cervecita y mejor paramos para seguir, porque las chuletas,
pancetas, salchichas y chorizos la dejamos para estos voluntarios adecentadores
de este bonito Santuario. A nosotros nos queda pedalear.
Ahora seguimos dirección Quero,
dejando la lagunar del Salicor a la izquierda. El camino obliga a un pedaleo sostenible,
para al fondo ver Quero.
Son las 11,30 horas, el silencio de
la plaza de Quero, suena a noche de fiesta. Tras un intercambio de plátanos con
sorbo de agua, ahora toca ir a por los humedales que nos llevarán a Villafranca
de los Caballeros.
Próximos a la entrada del Mesegar
pinchazo. Da igual que la cámara vaya revestida del impinchable “moco”. Dos
técnicos bisoños, apenas logramos dar aire e imponer la solución de la espuma
hinchable caducada. El caso es, que de una forma u otra, podemos seguir para
adentrarnos por la dehesa, laguna Chica y laguna Grande finalizando en
Villafranca de los Caballeros.
Hoy el Bienve y yo hemos hecho una
de esas rutas, que sin quererlo ha sido casi perfecta. Os ánimo a probarla con
sosiego y tranquilidad, pero sin dejar de dar pedales.
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