miércoles, 1 de marzo de 2017

Tanto adelanto o mobile world

Andábame tomando un café y, entre sorbo y sorbo, me decían que tanta unión entre el Facebook y el wasahap sólo podía ser para “ruchar” datos y saber de ti.
Por la Ciudad Universitaria de Madrid
Ya hace tiempo que creo que todos somos conscientes de que en esta nueva y moderna época de la tecnología donde todo va más rápido, donde la noticia se produce en el mismo momento que los hechos acaecen o donde hemos cedido nuestra inalienable libertad a potentes máquinas que nos estudian, siguen y elaboran nuestro perfil social e incluso íntimo.
El aguilucho lagunero planea por la zona perilagunar
Hoy somos más “estudiaos” que los viejos de antaño, hemos obtenido cotas de calidad de vida y de libertad inimaginable para nuestras padres o abuelos (por poner un coto). Pero tanto junto puesto a nuestro alcance nos ha vuelto en invisibles esclavos. Nos mentimos a nosotros mismo y mentimos a nuestros entornos porque decimos que yo no, pero sabemos que nos hemos vuelto esclavos bajo las invisibles cadenas que nos han tendido las nuevas tecnologías.
Los primeros rayos solares del domingo obligan a que cada conejo busque su madriguera
Muchos años llevo corriendo, y mi hábitat natural ha sido y es por las calles de la urbanita ciudad. El volver una esquina, el cruzarme con personas y un ecetera de circunstancias siempre me han obligado a correr previendo movimientos o cruces de las personas que están en sus quehaceres o ya andan dificultosas en sus reflejos o en sus “remos”. Mientras corro y preveo, me digo, gira un poco más a la derecha, retuerce hacía la izquierda, cuidado con esa persona mayor, al girar la esquina,…

Mi bici transporta la tradicional roscutrera
Hoy el panorama se ha agravado, porque las calles están invadidas por absortos y embobados que simplemente zascandilean con precipitados movimientos de pulgares, mientras sus miradas no ven más allá de un cololinero cristal líquido, cuando nó llevan ataponaos los oídos.

Es tal su invasión de este espécimen que han hecho de la calle un peligro. Correr es anticiparse por las aceras, correr es sortear elementos enfrascados en lo virtual, correr es esquivar obnubilados tecnológicos atados a un móvil o Smartphone. Está invasión tecnoalienigena ha penetrado en todas las capas, y lo preocupante es que para iniciar su cura el primer paso es decir “Yo tengo un problema porque estoy atao a un móvil”.

Qué difícil es el equilibrio, y yo entre tanto adelanto se me olvidaba lo que estos días impregna el ambiente por mi Terruño, que es la Fiesta de Ánimas y  Carnaval fuertemente ligado a unos crujientes chochos artesanalmente elaborados, que tras una enmielada impregnación mantienen una despertá de buenos días, bajo el sincrónico sonido de tambores que recorre calles y plazas a ritmo de Mayordomías, que portan y escoltan Banderas de la Capitana Mayor y Menor haciéndolas revolotear a lo largo del día.
Baile de la bandera de Mayordomias enfrente de la Iglesia
Este fin de semana en mi pueblo se revivió una centenaria tradición.
Durante las Fiesta de Ánimas las ventanas y balcones de Villafranca de los Caballeros
se engalanan con las banderas de las Mayordomías

NOTA: Fotos obtenidas en un fin de semana de Fiesta de Ánimas y Carnaval 2017, menos la primera que es urbanita.
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