El río va a su negocio
Corre que te correrás.
(Pedro Salinas)
Aprovechando una visita, y fruto de
que me acompaña mi impedimenta de corredor aprovecho para correr esta
multitudinaria carrera sevillana.
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| Este finde el calor se centró en Sevilla para esparcirse por toda España. |
Siguiendo a un grupo de “quillos”
me presento en el mismitico corazón de los dorsales para hablar con uno de sus
“encargaos” y obtener un preciado dorsal. Fue imposible a pesar de mi
persistencia.
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| Casi a espaldas de la Maestranza. |
Desde ese momento me convertí en
hurtador furtivo. Los cajones últimos, más numerosos y de menor facilidad de
control, abrieron mi paso al interior del maremagnun de atletas, eran casi
25.000.
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| Paso por calle Arjona |
Los Morancos, entre chistosos
momentos y su canción himno de la carrera dan la orden de salida. ¡Estos es
Sevilla!, donde el humor y la alegría salen a correr.
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| Casi en la meta, me retenía para no acabar |
Sin prisa, pero sin pausa es mi
ritmo. Sin quererlo y sin buscarlo me veo corriendo por las calles de Sevilla.
El Guadalquivir, Torre del Oro, sus
avenidas, sus gentes, la Macarena,… donde borbotones de gente animando y
corriendo te llevan en volandas en una carrera que sólo fue fruto de una casual
visita.
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| En medio de la carrera con mi afición. |
Esta hurtadora carrera está
dedicada a los giros imprevisto e inesperados; esos cambios de dirección que
rompen el determinismo que parece abocar una situación.
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| .. y el speaker dijo "Villafranca de los Caballeros" |
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| Como siempre, la plaza España, está inconmensurable |
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