miércoles, 11 de junio de 2014

Juego de instante


Yo quise subir al cielo para ver
Y bajar hasta el infierno para comprender
Un trozo de estribillo que ronronea y ronronea  sin parar. De vez en cuando y entre los cansinos pasos de ascenso brotaba en soniquete, a ritmo de aquel gran grupo de rock andaluz, llamado Triana. Abre la puerta niña, es el título que guarda esta letra que canta al amor.

Cielo e Infierno, y entre medias la Tierra, donde la naturaleza bulle, domina y trasciende. Naturaleza de reglas inalterables, de dominación suprema en el que entre sus caprichosos juegos nos ha elegido a nosotros.

Fuerte e impasible, marca el ritmo del día y la noche, del mes y el año, del principio y del fin, donde nosotros somos su instante. 

Naturaleza inconmensurable e imparable.

A la Naturaleza se la mira de frente y con barbilla altiva, porque su caprichoso juego es nuestro valioso destino y su corto instante es nuestro digno ciclo de vida.

Tierra donde somos juego e instante de su impasible Naturaleza. 

Ser fuerte es ser duro de cuerpo y cabeza, es levantar la vista para afrontar el destino y es levantar la barbilla para ser digno en la vida.

Entre el Cielo y el Infierno: La Tierra, dura e imparable, nos tiene como juego de un instante.

Sara, Miguel, Roberto, Bienve y Julián se constituyeron en expedición, donde con paso fuerte y en pronta mañana se plantaron en Siete Lagunas, para desde ahí afrontar las alturas del techo de la península Ibérica: El Mulhacén.

Espectacular sus vista, sus montañas y sus paisajes que emergían con fuerza de naturaleza.

Tras retornar a Siete Lagunas, se comienza un segundo “ataque”: Alcazaba. Una empinada vía nos lanza en singular esfuerzo a sus pies, para una vez cumbreado su cima absolver su tremendo poder: Mulhacén, Juego de Bolos, el Veleta y sus profundos valles que emergen cuan punta de iceberg  de naturaleza inmensa.

Jornada de intenso esfuerzo, donde 11 horas y 30 minutos, nos llevo desde Trevélez al Mulhacén, surcando el Alcazaba para tras un interminable descenso continuado cumbrear unas “frescas gordas”

No hay comentarios:

Publicar un comentario