domingo, 13 de septiembre de 2020

Tres rutas circulares en BTT

Sumando el tiempo me lleva a como me dicen “tómatelo en serio”, y así habrá de ser, sino se echa el tiempo encima y seguimos estancado en “cuando esto mejore”.

Mientras tanto tengo la suerte de contar con mi BTT y aprovecho hacer rutejas, que no son largas, pero si lo suficientemente entretenidas para ver mientras pedaleo, subir el ritmo mientras avanzo y seguir oxigenando a ritmo que no te adormezca.

Fruto de ello pues son estas tres rutas que añado que parten del epicentro de mi terruño, Villafranca de los Caballeros:

1.      Villafranca – Virgen de Valdehierro (sierra de Madridejos) – Puerto Lápice – Herencia – Villafranca de los Caballeros (58 km).

Primer objetivo tocar la Sierra de Madridejos para seguir el camino algo pedregoso, pero entretenido, que nos vierte en la fairitica plaza de Puerto Lápice. Es el momento de un café disfrutar de la fantástica plaza de este fantástico pueblo manchego para tomar el camino que cruza la Sevillana y al tocar Herencia saborear unas gordas en el Roce (Pza España) de Villafranca de los Caballeros.

2.       Villafranca – La Emisora (Sierra Herencia) – la Copa – Herencia – Villafranca de los Caballeros (46 Km).

Ir a la emisora tiene su morbo, al llegar al inicio del carreterín, por cierto mal cuidado y bien bacheado, es todo un reto que comienza con la quesería artesanal 1605. La subida es simple y te sube el ego que parece decirte que no es para tanto. Al llegar a la casa rural Cortijo la Solana 1878 la subida se empina un poquito, pero es aguantable, además al culminarla te encuentras con un falso llano que te hace recuperar y sentirte un Bahamode, pero es aquí donde realmente comienza todo. Giro a la derecha y interminable recta empinada y último giro a la derecha echando el resuello y culminas los 5 km de suspiros cuesta arriba hasta el brocal.

La Copa nos espera donde San Isidro nos recibe. Cruzamos el pueblo de Herencia por todo su centro y desembocamos en Villafranca de los Caballeros.

Vamos de vuelta pero atronchamos monte abajo por la derecha. Aquí bajar es para los expertos, ya bici BTT en ristre y del ramar me arrastra hasta los abajos. 

Pincha sobre la foto para ver track

3.       Villafranca – El Calmanimar – Laguna de las Mulas – Palomar de Alcoberdas - Villafranca de los Caballeros (49 Km).

A unos 12 km de Villafranca de los Caballeros y en el termino de Villacañas nos encontramos con un entramado de ruinas de casas labriegas que están junto a la Vereda. Da cierto respeto ver ese amasijo de destrucción y abandono de un lugar de quinterias y viviendas permanentes. Tras girar a la izquierda y cruzar la carretera de Villacañas a Madridejos, en poco más de 3 km nos encontramos con la laguna de las Mulas, lugar estacionario de agua o como todos estos humedales hecho un secarrar. Seguimos  casi paralelo a la carretera de Villacañas a Madridejos o viceversa para desembocar en el pintado palomar de Alcoberdas, esto días bastante visitado y de ahí aparecemos en 8 km en Villafranca de los Caballeros.




sábado, 5 de septiembre de 2020

Pinturas Palomar Alcoberdas (Ruta Circular)

Anoche antes de dejarme entregarme al Morfeo Apócrifo (Por eso de echar el primer sueño), Aurelio Redondo me dejo con un “come come” después de ver su fotos sobre los frescos costumbristas de otras épocas, que gritan desesperación por las desoladas ruinas que cada vez más circundan nuestras tierras.

Así que en la mañana di un giro a lo previsto y saliendo por los alfareros enfile camino Madridejos para reencontrarme con el escenario de pinturas. El camino tranquilo y después de girar hacia la derecha noventa grados, por el camino Tembleque desde Camuñas, en km y medio te encuentras con las pinturas.

Puede que la información se extendió como la pólvora y ahí, en el Palomar de Alcoberdas, nos encontrábamos un vecino de Camuñas y un mixto de ascendencia de Madridejos y viviendo en Camuñas y yo.

Las pinturas es para verlas tranquilo, son evocadoras de otros tiempos pero llenas de fuerza reivindicativa, Hombre y mujer entregados al descanso meditativo, lumbre que da calor, caldereta como símbolo de higiene y baños de otra época de donde surge imponente y llamativa una joven, a la espalda un niño ve volar una palomas (será esperanza de dar la vuelta a todo esto) y la iluminaria de un candil que implora futuro. En la revuelta y uniendo el amasijo de olvidos y ruinas la huerta, el riego y la hortaliza entre soles.

Disfruté con mi interpretación, me sosegó, dio esperanzas y me hizo creer que existen ideas y luchas que son independientes, creativas y con la suficiente voz para dar un giro que revierta el determinismo al que nos están dirigiendo: Degradación y desaparición de este mundo rural.

Con la escopeta harta de  zarandear conejos, entre perros con lengua de cansancio, él, otro y yo departimos palabras y opiniones. Mi siguiente punto era surcar la Vereda. Seguir vereda adelante, disfrutar de sus anchos en silencio, saber que sus jóvenes pinos tratan de sujetar los aprietos de lo que fue un trasiego de ganado transhumante.

Al llegar a la Chopera me desvío hacia la laguna de Peñahueca, entro en los humedales temporales, donde la señalítica está desdibujada por el tiempo. Más adelante dejo a un km la laguna del Taray (Laguna privada que mejor se conserva en los entornos) me acerco a la laguna Chica: Recubierta de un blanco impoluto, inmaculado que embellecería el entorno si su significado no fuera abandono y desolación de una agónica muerte en soledad llena de blanco en lutao.

Antes del final me encuentro la Laguna Grande, única laguna permanente en muchos kilómetros a la redonda, pero eso fue antes. Ahora no hay agua,  ni hay dibujos o pinturas que griten entre el cúmulo de ruinas, solo ahí desolación blanquecina que cruje bajo las ruedas y descubre esqueletos de vida hoy tristemente desaparecida.

Llego a Villafranca de los Caballeros, lugar de donde nací, vivo y … no sé qué futuro queda. Lo que cierto es @poto.grafia marigomes, pintora al parecer de Madridejos ha sabido levantar la voz con arte y elegancia para decir basta no queremos desaparecer en este determinismo que nos dirigen.


Track Ruta Circular Villafranca de los Caballeros - Palomar Alcoberdas - La Vereda - Humedales de Villafranca - Villafranca de los Caballeros (40 km): 



domingo, 30 de agosto de 2020

Carrera Popular Las Lagunas de Villafranca


Portada Carpeta de contenido inscripciones

Un sueño hecho realidad que ha ido creciendo.

El tiempo nos lleva a recordar con nostalgia y cariño lo pasado, y así recuerdo los primeros pasos; pero es momento de hablar de futuro y esa ha sido la semilla que constantemente ha ido renovando una carrera. Año tras año, idea tras idea y personas tras personas todo ello sumando, creando sinergias.

Este año es la XXIV Edición de una Carrera Popular Las Lagunas quiere seguir ahí, marcando su ritmo, su nivel y preocupación por mantener el “cache” de una prueba que se ha ido abriendo un hueco en el calendario de carreras populares. Todo ello debido a su organización, número de corredores, diversidad de categorías, trofeos, recorrido diferenciador, bolsa del corredor, sorteos, ambiente…. Y un interminable  etc de cuestiones y circunstancias que hacen crear un aura de responsabilidad que trasciende la prueba.

Hoy, 30 de agosto de 2020, en el corazón de los que tiraron del carro, de los que hoy tiran, de los que arrimaron y arriman el hombro, de los que participan y de los que asiste se está celebran la XIV Carrera Popular Las Lagunas 2020, porque la celebración deportiva continua y es imparable ante la adversidad, pero desde la responsabilidad de igualar el nivel de compromiso de organización con el compromiso socio sanitario, por ello hoy la celebramos desde el corazón es con alma, con coraje y esperanza de que el año 2.021 estemos juntos en Villafranca de los Caballeros corriendo la XXV Carrera Popular Las Lagunas 2021.

Salud, suerte y que el año que viene nos veamos  nuevamente en la línea de salida.

Cartel anunciador año 1997
                                                          (Cartel anunciador 1.997)



sábado, 22 de agosto de 2020

Guerrilleros (La Mancha, 1808-1823)

                                                                                   "Son únicos estos franceses.
Este se jacta de un año, cuando tardamos ocho siglo en echar a los moros”
Guerrilleros (La Mancha, 1808-1823)

Cuántas veces hemos oído hablar de Francisco Sánchez Fernández o mejor dicho de Francisquete, también conocido como el Tío Camuñas. Sus andadurías allá 1808 fue de heroísmo, temor, indisciplina, deseos de venganza o defensa de una Tierra que otros querían adueñarse.

Mariano Velasco Lizcano escribe, bajo el nombre de Guerrilleros (La Mancha, 1808-1823), una visión histórica de los que fueron los guerrilleros en la guerra de la Independencia contra los franceses, comandados por Napoleón.

El Camino Real que enlazaba Madrid con Andalucía era clave para dominar y mantener a España bajo el dominio francés y La Mancha se convirtió en la encrucijada de esta importante vía de conexión. Quizás fue una falta de previsión estratégica o un simple desprecio a una sociedad humilde, pero la realidad fue que La Mancha, su gente, fue la piedra en el zapato que hizo que un invencible ejército abandonará la pretensión de subyugar la nación española.

Cualquier guerra es difícil de superar por la sociedad que la sufre y España, hoy y casi dos siglos después, mantiene una cicatriz, que con los cambios de “tiempo” se resiente.

Fue la sociedad civil la que lucho contra los franceses, afrancesado, acomodados, poderosos, colaboracionistas,… sus armas fue el coraje, el sufrimiento y las ganas de ser libre en su tierra, aunque estuvieran equivocados en quien podía guiar su forma de vida.

Guerrilleros indisciplinados, obsesivos, luchadores, conocedores de los vericuetos de caminos y escondrijos movilizaban sus “partidas” según criterio de garras y coraje para enfrentaban a el orgulloso ejército francés y a veces convertirse en verdugos de sus convecinos.

En medio de esta sin razón la sociedad masacrada, violentada, torturada,… pero con fuerzas para crear una idea: Patria, y bajo su propio ideario vivir, luchar y morir por Ella.

 

 


martes, 28 de julio de 2020

Pisando la historia bajo la calor

Aire agónico arañando el infinito terruño manchego y dejando grietas de sofocón que nos dejan ir resollando en pedales entre una bruma de sol de poder dominante.

En la primera parada, un sorbo de agua de sabor caldoso restriega el gaznate mientras en los pies el agua. Agua parada, sudorosa y esperante de siglos. Son los pozos de Navarro. Si sus brocales andan desaparecidos, quizás en buenas manos ellos; su construcción ancestral y de dibujos petroglifos andan diciendo que el agua siempre ha sido indicador de asentamientos para el desarrollo y convivencia humana.

.

Cruzar Pastrana es ver lo que es y pensar en lo que fue. Ahí está el síndrome moderno de secarral humedal, cuan espada partido por el denostado Cigüela.

Es tiempo de buscar las raíces que surgieron a la vera del río, que fue llano,que fue tranquilo, que fue imponente y enriquecedor de una Mancha que escondía una encrucijada de humedales.

Amasijo y esparcío de tejas de destapados muros. Piedra sobre piedra, donde el laberinto de habitáculos sabiamente se protegían de las invernales crecidas.

Río imponente, majestuoso, pero siempre tranquilo ufanando  tierras que otros miraban recelosos.

Reja y Caz heridos por un río lleno de muerte donde su lividez es absorbida por masas arbóreas empoderadas convirtiendo su cauce anastomosado en la putrefacción cadavérica.

Sorbo el último trago de agua caldosa, pero deseosa, que moja el gaznate. Respiro en sofocón.

Pedalear por encima del pasado para descubrir la realidad del presente y la angustia de un futuro incierto.

Quizás sea esta la otra pandemia oculta, que al igual que la presente, se valga de la virtud fortuita para volver a respirar vida.


viernes, 12 de junio de 2020

Psicofonías en la Laguna de la Sal


 

Es una de esas tardes que vas sin rumbo, sólo vas a dejar pasar el tiempo entre pedales.

Pero es la gran mancha blanca la que me atrae y me lleva, de manera sigilosa me succionan sus entrañas, mientras el lento pedalear hace ronchar las ruedas. Despacio y sobre una piel muy fina oigo los silencios, miro los infinitos, fotografío y grabo.

Estoy en medio de la inmensidad del blanco que en las venideras corrientes de calores sus partículas ascenderán a los Cielos.

Ahora, ya en casa. Selecciono fotos, las uno, las transiciono, les doy su sonido,…. pero en la grabación de sombras y pedales salen ruido desde las entrañas. Extraños ruido desde un lugar de silencios.

Surgen mis dudas y muestro mis temores, serán psicofonías o cacofonías. Lo que es cierto que, cuando los escuchas, sobre tu piel se dibuja un miedo escalofriante.

O parafraseando a Anthony Blake: Y todo lo que han “oído” es producto de su imaginación, no le dé más vueltas. ¡No tiene sentido!.


lunes, 18 de mayo de 2020

El Río de las Tristes Aguas - río Cigüela



“—Yo se lo diré —respondió Sancho—, porque le he estado mirando un rato a la luz de aquella hacha que lleva aquel malandante, y verdaderamente tiene vuestra merced la más mala figura, de poco acá, que jamás he visto; y débelo de haber causado, o ya el cansancio deste combate, o ya la falta de las muelas y dientes.” (Primera parte, capítulo XIX).

A veces las desganas pueden más que las ganas, de ahí que tienes que llegar a una entente que busque una salida entre el medio.

No sin muchas ganas, pero sin prisa y sin pausa comencé mi pedaleo. Dar pedales y parar tranquilamente, mirar reflexionar, fotografiar y seguir. Todo sosegadamente para disfrutar de un paisaje Central Manchego dominado y liderado por un pausado, llano y anastomasado río Cigüela que provocaba un sinfín de planicies de lagunas envueltas entre espadañas, carrizales y un elenco de avifauna, dejando florecer en pleno Corazón Manchego las Lagunas de Villafranca centro de admiración en una Tierra de vistas polvorientas y agónicas de calor.

Hoy río Gigüela de cara tristeza, arrugas profundas e invasión de heridas que se comen su cauce. Hoy un río Cigüela, cansado y agotado de mil combates, donde a veces la derrota era la lucha para una mejor victoria el aquel ayer, hoy un silencio profundo de sus secas aguas braman los estertores de su anunciada muerte.

Donde su muerte acarreara más muertes.