El Camino de Santiago es el nexo de
unión donde la interpretación de los signos lleve al conocimiento a escribano
Nicolás Flamen, allá por el año 1.400, donde “peregrinar hasta la tumba del
apóstol supone jornadas agotadoras. ¡Tú no estás acostumbrado a esas caminatas!
Además, ¿con quién vas a ir? ¿No pretenderás hacer el camino solitario? ¡Esto
sería como firmar tu propia acta de defunción.”
El Secreto del Peregrino es una
novela histórica escrita por Peter Harris se desarrolla en la Edad Media, época
donde peregrinar a Santiago de Compostela se extendió por motivos de fe.
En esta aventura del conocimiento iniciático
hacia la piedra filosofal revive la conjura de los Hombres de Negro para
mantener la floreciente republica de mercaderes ubicada en Venecia, donde transformar
metales viles en oro haría tambalear su riqueza y poder.
El Secreto del Peregrino aparecen personajes
y lugares ambientados y costumbres de la época bien relatadas, aunque yo he
echado en falta una mayor y mejor descripción de Camino de Santiago, entre París
y Santiago, como ruta Jacobea.
Leído este libro en mi mente se
dibuja cargar con “un pequeño fardo donde llevaba los imprescindible para atender
las necesidades del viaje: dos mudas de ropa, un par de botas de piel de
becerro, algo de comida- tasajos de carne curada, bacalao seco, queso-" caminar
hacía el Fin del Mundo, pasando por la tumba del Apóstol Santiago, siguiendo la
ruta Argar, Levante, la Plata, Francés y Finisterre.
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