martes, 13 de octubre de 2020

Ruta por el Cerro de los Bolos y Sierra el Polillo

Mañana de otoño, donde el frescor se siente desde su primera hora en el pedaleo. Es ese primer día que no sabes si necesitas una, dos o tres capas. Pero es cierto que la mañana prometía una buena entretenía.


Una vez entrado por el camino de los Silos y después de casi 9 km realizo la primera entretenía, sin prisas: Cuatro casillas, dos en avanzado estado ruinoso y otras dos en pie, éstas cuidadas y consciente de lo que hay. Están abiertas para su uso con conciencia y conocimiento, como antes, y que sigan siendo lugar de cobijo para todo aquel que lo necesite.

Enhorabuena a sus propietarios, gente como ésta ayuda a mantener vivo un viejo espíritu agrícola que nunca debe de desaparecer y que hoy debe permanecer como arte e historia de nuestra pasado reciente.

Sigo hacia el cerro los Bolos por el carril de Matamachos. Tenía especial cariño en pasar tranquilamente por este lugar, mirar sus infinitos y sus juegos de bolos. Aproveché para soñar despierto. Ya en la Vereda un viejo sonido me despierta entre pedales, es un remolque tirado por un viejo tractor. Su olor a gasóleo quemado me trae pasado y su remolque lleno de basura me recuerda que ahora llevan estiércol (más progre, más moderno y aparentemente menos mierda), aunque desear escatológicamente en siglos pasados “Mucha mierda” era desear mucha suerte.

Punto geodésico del cerro de los Bolos: mirar y ver a lo lejos, mientras la brisa otoñal refriega el sudor.

Enfilo hacía la sierra el Polillo y siempre de frente el cerro Cabeza Del Conde, donde una banda de sisones me da un bello espectáculo de vuelos. Tras cruzar la Cañá, comienzo a surcar la sierra del Polillo, donde “cazeros“ cazan. Busco el punto geodésico y tras un leve paseo siento que he conquistado oídas del pasado.

Retomo la Vereda, es el momento de pedalear un rato con brío. Se echa la mañana de un 12 de octubre, día de la Hispanidad o Madre Patria como dicen en los países de Centro y América del Sur.

El Calaminar, siempre callado y mortalmente adormecido, paro. Ahora quiero pasar por el Alto de Giménez y enebro el camino que me desvía.

En Villafranca de los Caballeros y a las 12,00 horas doy por finalizada una ruta tranquila, sosegada y de largos pensamientos.

Quizás algún día ir con las alforjas para donde llevar un cacho de chorizos y un buen pan  dé para otra historia.

Track ruta Villafranca por casilla de los silos - cerro los bolos - sierra el polillo:


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