Cuando las columnas frías del
silencio angustioso, penetran entre los poros de tu piel hasta llegarte al alma,
convirtiendo interminables pasos de miradas huidiza en la peor pesadilla, a
veces también es Navidad.
Cuando la sangre se hiela, la mirada se
pierde y una voz te dice lo que hasta ese momento sólo les ocurre a otros, -Tu
hijo tiene cáncer-. Esa voz que te penetra, permanecerá para siempre en un
submundo de voces que te harán derramar interminables lágrimas silenciosas, a
veces también es Navidad.
Que mejor que unirte y desear Feliz
Navidad llenando de esperanza aquellos que desde su tierna inocencia reciben
una primera traicionera lección que no parece estar escrita para ellos.
Fuerza, futuro y que sea Feliz
Navidad.

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