
Reconozco que me puso los pelos de
punta, porque, lo de menos es el dinero (cuanto más mejor), lo importante es el
fondo. Ahora no hablamos sólo del correr, ahora hablamos de la solidaridad, de
compromiso, de estar al lado de los más fuertes pero que luchan en desventaja
contra el peor de los enemigos y eso enaltece el correr y a buen seguro que
cada una de mis zancadas de esta XX
carrera contendrán mil imágenes, mil momentos, mil angustias,… pero el cruce
por meta será un mil gracias por ser fuerte y seguir a nuestro lado.
Dedicado a los que luchan,
¡Permitidme!, pequeños, medianos, grandes, más grandes y adultos, para ellos
ánimos, y a los colaterales, fuerza por saber convertir la lágrima en sonrisa y
la angustia en alegre canción.
Un fuerte abrazo ¡Amigo!

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