Una gran ciudad de abundante
trasiego, haceres y quehaceres, eran mucho y entre tantos estaban 2617 bueyes y
872 carretas, entonces corría el año 1753, hoy sólo está “El último carretero”,
escondido entre piedras donde se mantienen un puñado de casas, donde sus paredes de
piedra velan a orillas de río Duero.
Éramos doce, todos preparados y
mentalizados cuan expedición en ansia de disfrutar la ruta. Mochilas con
viandas y vituallas, siendo algo de pan y chorizo a lo tradicional, almendras y
barritas a lo moderno, todo ello “acompasao” con instrumentos como bastones,
crampones y polainas.
Quizás locura o simplemente ganas
de disfrutar de unos espectaculares paisajes de nieve a los pies de los Picos
de Urbión, bajo la dirección de un conocedor del medio (Carlos) y un incansable organizador-marchador (Beli), que sin perder detalle, siempre deja un hueco de
improvisación que es la justa para que todo se convierta en apasionante.
Después de acceder andando entre
nieve, nos enfrentamos a una Laguna Negra, vestida con una gruesa capa de hielo
y nieve, donde su bonita imagen nos hace disparar fotos y más foto.

El trazado nos lleva en caravana,
siguiendo movimientos en goma. Lentos, seguros y pletóricos, así nos mostramos,
aunque sin perder de vista el precipitado ritmo de nubes, que sobre nuestra
izquierda rebotan en la cordillera montañosa, dejando una mañana en su punto
justo.
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Ana y Sergio cumbreando Picos de Urbión (Fotografía Carlos) |
Soria, nos abrió sus puertas y
nos mostró sus caminos: Molinos del Duero, la Laguna Negra, Picos de Urbión,
Vinuesa, Calatañazor y Ucero.
Carolina, Ana, Silve, M. Tere, M
Ángeles, Belisario, Miguel el mayor, Eugenio, Carlos, Sergio, Miguel el joven y
Julián fueron los caminante, viajantes y expedicionarios, donde un poco de todo
fabricó la aventura.
Muy bueno el video y mucho mejor la compañia
ResponderEliminarBeli, me alegra verte por este AdC, es un placer recibirte por aquí.
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