En septiembre fue la última pedalá,
así que, aprovecho esta oportunidad, para, nuevamente desde Villafranca de los
Caballeros rutear por esta La Mancha.
Una vez más, el Bienve y yo, unimos
nuestras fuerzas para, a nuestro modo, recorrer los distintos vericuetos de
caminos manchegos que nos lleven a lugares y sitios de disfrute.
El bar de “Use” nos dio la salida,
un café con tostada de tomate llenó nuestras primeras fuerzas. Puente la
Tamarilla a la izquierda, la Girala y al fondo a la izquierda entramos en la
zona de Piédrola. Aquí parada obliga, si el viento nos vino reteniendo, la
mañana soleada nos regala un paseo por esta paraje arqueológico, que está a la
espera de enseñar sus distintos carteles explicativos.
Ahora vamos hacia el polígono
Alces de Alcázar de San Juan y es en las
tortas Román nuestra nueva parada. Quien se resiste a tan tentadora propuestas:
Café con leche y unas ricas tortas de Alcázar.
Ahora una nueve tirada hasta el
Záncara, río con agua cuando lleva, que últimamente se le ve poca. Disfrutamos
de su paraje y nos desviamos para pasar por el cerro Mesado y su laguna,
después nos adentramos a la junta de ríos (Záncara y Cigüela se abrazan), esté
lugar merece la pena hacer una buena entretenía.
Seguimos el canal, para cruzarlo y
surcar el Cigüela para cruzarlo por sus ruinas molineras que su recto camino
nos conduce hasta Herencia.
Es tiempo de enderezar y enfilar hasta la laguna Grande
para en la Jorja amainar las hambres.
Que voy a decir, que es una de esas
rutas que no te puedes perder. Son 65 km de caminos y lugares de interés, y que
siempre te dejarán una imagen de ver y conocer parajes escondidos entre esta
plana La Mancha. Eso sí, hazlo con sosiego que este es el remedio para el
disfrute y encontrar la tranquilidad.