Desde hace aproximadamente 10 años
se ha desarrollado el Camino de los Faros, senderos que transcurren por el
borde de la costa, conocida como costa de la Muerte. Este camino te lleva desde
Malpica de Bergantiños hasta Finisterre.
Ruta bonita e interesante que ha
dado un paso más y es poder hacerla en BTT. Así nos aventuramos mi hijo y yo, y
este fue el planning:
Etapa 1
La Primera etapa comenzó
interesante: subidas de vértigo llenas de impresionantes vistas, pero pronto
surgieron durezas, donde sendas intransitables y de elevada dificultad por
estar invadida por la vegetación, además de encontrarnos con sendas que era
necesario tirar de bici con la ayuda del compañero.
Después de a 30 km hicimos
rectificaciones para llega a Neaño. Fue allí donde cuatro vascos senderista,
que venían en camino inverso nos hablan de las dificultades y que analicemos
cuidadosamente las etapas que teníamos marcadas.
Track etapa 1:
Track etapa 1:
Etapa 2.
Desde Neaño a Camariñas, nos sorprendió
una temperatura agradable que facilito la dureza del recorrido, aun con
rectificaciones sobre el track oficial, pero mereció la pena, si bien al final
de la etapa comenzó una llovizna, pero nos dio la posibilidad de disfrutar de
Atlántico en estado puro.
Track etapa 2
Etapa 3.
Como dicen los expertos fue una
etapa de transición, pero que con un fallo programático que afecto de manera
importante a la última etapa.
Por error, la reserva y mi mala
interpretación reserve en Merexo, perteneciente a la parroquia de San Martiño y
dentro del municipio de Muxía. En definitiva que finalizaba 6 km antes de
llegar a Muxía y está sorpresa no la encontramos en el mismo Muxía, asi que
vuelta atrás. No obstante el enclave del
hotel era fantástico y pudimos saborear una suculenta comida en casa Carmela
(importante reservar que es pequeñito el lugar).
Ahh!! El track que he subido hace
un extraño en su final, pero que en nada afecta al recorrido realizado.
Track etapa 3
Track etapa 3
Etapa 4
Después repetir el recorrido para
llegar a Muxía, donde nos hicimos una entretenía, a la que estábamos obligados,
pero que nos retrasó como ya he dicho.
Muxía nos recibió con tímido sol,
pero fue a la salida de la localidad, para iniciar una interminable ascensión
cuando comenzó a azotarnos una importante lluvia con incesante viento frontal.
Quedaba recorrido para finalizar y el tiempo perdido sumaba desesperanza al
poco disfrute que nos estaba dando esta última etapa, por su nula visibilidad,
incesante lluvia y viento frontal. Así que, en uno de los momentos y próximo al
cabo Roncudo miro a mi hijo y le digo que estamos a tiempo de retroceder hasta
Muxía. Él puso algún pero, pero no fue suficiente para convencerme y tras
decirle “Más vale una buena derrota que una mala victoria”, pusimos fin a este
camino de los faros pedaleados en bicicleta y arrastrando alforjas.
Es importante decir que existe un
servicio de taxi que son conocedores de las dificultades que puede presentar
este camino y te dan posibilidad de llevar bicicletas o en muchos de los casos
llevar y traer senderista desde los puntos de fin y partida para seguir la
ruta.
Finisterre nos recibió con intensas lluvias, aun así hasta arriba
fuimos y empapados hasta la cejas dimos por finalizado esta interesante ruta.
Como siempre es posible andar en
sobresaltos, una vez empiltrados y buscando el sueño de Morfeo, tuvimos que
modificar nuestra forma de regreso y después de varias llamadas dimos con Ignacio Castiñeira Lavandeira, taxista de
profesión y como dice en su tarjeta de presentación “taxi nº 1 de Muxía”, Él
así lo demostró presentándose a las 07,30 horas a la puertas de hotel para
trasladarnos con nuestras monturas hasta Malpica para regresar en protananza
(gracias Ignacio por tu profesionalidad y atención).
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