El Quijote es un libro que ha
creado en La Mancha recorridos, leyendas y apuestas por situar sus pasos y sus
lugares. Yo no pongo en duda nada de lo que cada uno dice, pero también creo, que en esa historia no conocida y en aquel tiempo existía un paso obligado de
parada y fonda de caballeros, villanos y mundanal mundo que tenían como
obligado descanso la fonda de la Chela, lugar mágico y enclavado en una encrucijada de caminos manchegos, además de ser punto de descanso por su zona de baños que
incluso llegan a curar males.
Apuesto porqué Don Miguel más de
una letra dio a su libro bajo el velón de esta mesonera, la Chela, y afirmo que
en esos momentos de asueto que caballero y escudero reposaron fuera de toda
ventura su relajo y descanso fuera en este oasis manchego de las lagunas de
Villafranca de los Caballeros.
Por todo lo dicho y por unir la
posible historia conocida y aquella que nadie quiere descubrir, nosotros bajo
nuestro nombre de Quijopanzas volvemos a recorrer y recordar los pasos de Don
Quijote de La Mancha de ahí que surgiera esta ruta de un “País de Quijote a
nuestra manera”.
Villafranca de los Caballeros, como
punto de salida y llegada, para recorrer lo real o imaginario de tan afamados
personajes mundiales, el caballeros Don
Quijote y su escudero Sancho Panza.
La primera Jornada de casi 100 km
nos llevó por una Mancha húmeda entre el río Amarguillo, Cigüela y Záncara,
para a través del canal de Guadiana desembocar en el pantano de Peñarrolla. El
Primer sello lo pusimos en Argamasilla de Alba, donde la cueva de Medrano nos
dejó un oscuro blanco, que pronto nos humedeció los ojos frente a las aguas que
soltaba en todo su alto Peñarrolla.
Tras un descanso, iniciamos la
siguiente mañana por un monte bajo, que nos ofreció unas primeras horas de subida y
bonitos paisajes. Etapa nuevamente dura, que aunque desde Tomelloso nos dejó en
pleno paisaje llano manchego, su viento retraso la llegada a Campo de Criptana,
donde entre gigantes logramos poner el segundo sello.
El Toboso enamorante, festivo y
cervantino nos deparo una tarde noche de sorpresas, no sin antes contemplar la
ruinas de Santa Ana, enclavada en altozano que nos presentaba la belleza de
nuestros llanos manchegos.
La tercera etapa, más sosegada y
tranquila, pronto nos situó en el Cristo de Villajos y desde ahí, Alcázar de San
Juan, donde tras el cuarto sello fuimos nombrados Caballeros. Piédrola nos
sitúo a pie de las Lagunas de Villafranca, primer lugar de ocio y descanso que
la comarca tubo como corto periodo vacacional, si en tiempos pasados esta
última palabra era reconocida.
Hemos finalizado una nueva ruta de
tres días por esta amplia Mancha, lugar mágico y de encanto manchego por sus
paisajes, a veces infinitos, otras únicos y siempre sorprendentes.Track del recorrido por etapas:
Primera etapa (Villafranca de los Caballero - Ruidera de 97 Km):
Segunda etapa (Ruidera - El Toboso de 95 Km):
Tercera etapa (El Toboso - Villafranca de los Caballeros de 57 km):
Etapa Circular completa Un País del Quijote (Villafranca de los Caballeros, Alameda de Cervera, Argamasilla del Alba, Ruidera, Tomellos, Arenal de San Gregorio, Campo de Criptana, El Toboso, Alcázar de San Juan y Villafranca de los Caballeros):

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