Muchas informaciones, muchos
comentarios, mucha apreciaciones,… pero hoy es un día triste, muy triste,
demasiado triste porque se ha jugado con nuestra libertad, contra nuestro Derecho
y contra lo más sagrado que hemos sabido crear que es la Carta Magna.
La Constitución nos ha hecho
libres, democráticos, solidarios, iguales,... nos ha hecho ser un País moderno,
avanzado, envidiable y lo más importante nos ha hecho vivir con seguridad.
Seguridad de poder expresarnos, decir y defender lo que creemos y sentimos,
luchar por lo que soñamos, porque el fundamento de esta Ley de leyes nos
ampara para poder ejercer nuestra libertad con responsabilidad.
Soy ESPAÑOL y me siento ESPAÑOL,
porque creo en lo que hemos decidido ser, somos y siempre, bajo estos
Principios, decidamos ser. Está simpleza nos hace ser grande entre los grandes
y lo más importante respetarnos entre nuestras diferencias.
Desde aquel 6 de diciembre de 1978, mi Tierra ha
progresado, ha sufrido, ha sentido orgullo y siempre ha tenido la fortaleza de
afrontar situaciones difíciles y extremas como han sido los asesinatos deleznables
bajo el terror del terrorismo o superar agónicos momento de un golpe de estado a
punta de pistola. Lo bueno y lo malo nos ha hecho más libre, más fuertes y
orgullosos de tener una democracia bajo los cimientos sólidos de nuestra
Constitución.
Hoy en España se ha producido una
rebelión sediciosa de unos cuantos desarmaos con armas simuladas bajo la locura
de la manipulación de las leyes y normas
más básica de nuestra pacífica convivencia. Su locura de confrontación, separación
y marginación de los que piensan y quieren vivir en libertad ha sido vilipendiada a través de la tergiversación de las
palabra que quema el alma de la misma manera que la bala quema las carnes.
Ante esta violencia encubierta la
mejor forma de respuesta es la misma que España ha dado contra el terrorismo y
los golpistas: La Constitución como norma básica de convivencia, solidaridad y
poder de decidir con seguridad, garantías y respeto y la Bandera como símbolo
de progreso, libertad, orgullo, igualdad y emblema de nuestras diferencias.
¡NOTA! NO soy facha, SI SOY de
profundas y diferenciadoras raíces cheleras-villafranqueras, envuelto en un enriquecedor
sentimiento de ser Castellano Manchego y ligado a una fuerte historia y cultura ancestral de siglos representado por una nación que es España, que hoy se defienden con dos
poderosas armas de libertad y democracia que son las Constitución y la Bandera, porque, una y otra, ni es papel
mojado ni es un trapo.
