domingo, 18 de mayo de 2025

La Isla de la Mujer Dormida


Años de guerra, España se desangra y Arturo Pérez Reverte nos traslada a ultramar, el paso entre el mar Muerto y el mar Mármara. Estambul es el centro donde espías de un bando y otro juegan una macabra partida de ajedrez.

Miguel Jordán Kyriazis hombre de pocas palabras y aspecto nórdico, bajo bandera negra, es enviado en misión clandestina por el bando Nacional al mar Egeo, para desde el laberinto de islas interceptar los suministros soviética a la República Española.

Vista aérea de Estambul, mar Mar Mármara y el estrecho del Bósforo.

Obra de ficción e historia donde conversaciones magistrales de espías rojos y azules mueven pausadas fichas de guerra, donde la figura de Jordán, un marino mercante, al que el halo del destino le asigno un bando pero, fiel a su pericia marina, cumple lo que para él es obligado, al mismo tiempo se convierte en la figura central de un triángulo amoroso entre el barón Katelios y su esposa Lena.

La Loba es la lancha torpedera de fabricación alemana que se asoma en los amaneceres bajo una tripulación de mercenarios intrépidos y fieles así mismos que sólo hacen aquello por lo que se les paga, pero que cada uno de ellos tiene su “conque” (lucha interna)

Pérez Reverte muestra unos amplios conocimientos marineros y gran admiración hacia el marinero y a todos ellos los trata con exquisitez y respeto.

Como telón de fondo una España matándose en una Europa decadente y en la antesala de una guerra.

Mientras en ultramar Miguel siente la angustia de la desesperación al ver a marineros sucumbir por los zarpazos de la Loba en lo que puede ser ficción.  En la España real se está desarrollando una guerra de Juanes que lo único que quieren es volver a casa y vivir en paz.

El barón Katelios le dice a Miguel Jordán: “-Fue esa certeza lo que cambio mi vida, me parece. La herida también ayudo a simplificarla, pues quede inútil para el servicio. Quise alejarme: a este lado del Mediterráneo todos se odian de un modo ancestral, histórico. Se odian por patrias, por razas, por religiones. Y en cuanto alguien olvida quién es su enemigo, se apresuran a recordárselo… No hay forma de poder que no se base en el odio al otro.”



miércoles, 7 de mayo de 2025

Los del Norte y los del Sur

Siempre se ha oído o dicho que los países del Norte están más desarrollados que los del Sur, también se dice que sus costumbre, su forma de ser y el respeto a lo ajeno es mayor en los países del Norte.


Recuerdo hace unos años, concretamente por el año 2015, en la primera etapa por los Pirineos (Carros de Fuego), durante la primera parada técnica para reponer fuerzas y en la puerta de uno de los refugios se acercaron unos franceses y con una cámara en la mano (GOPRO), preguntaron en poco inteligible español, si alguien de nosotros había perdido una GOPRO. Curiosamente, yo llevaba una y para mayor de mis alegrías gracias a estos franceses del Norte recupere mi cámara GOPRO que por descuido o despiste se me había caído unos km antes de llegar a este refugio.

El otro día de este año y con la intención de recordar, esta vez turísticamente, La Cimbarra (Espacio Natural protegido en la localidad de Aldeaquemada de la Provincia de Jaén y ubicada en la CCAA de Andalucía zona Sur de España y esta zona Sur de Europa), como iba diciendo salgo del


coche me instalo una pequeña mochila en la espalda, saco mis bastones y los adapto a mi paso y estatura, pero al iniciar la marcha, considero que aun puedo acercar más el coche a mi objetivo. Monto en el coche de nuevo e inicio la marcha, pero mira tú que me digo “Julián los bastones los dejaste tirados entre las hierbas de camino”. Busco girar, doy media vuelta y en cuestión de menos de cinco minutos estoy en el lugar de parada. Miro entre las hierbas y nada de nada, miro los coche próximo, miro los turistas senderistas porsi… y avanzo camino hacia la salida por si alguno de regreso los lleva en mano, pero nada de nada. Pregunto a uno próximo que apoyado sobre un vehículo y con cerveza en mano me contesta: “puff! Anda que por aquí no pasa gente con bastones”.

Las diferencias entre el Norte y Sur serán perjuicios míos, serán tópicos trasnochados o simplemente será que me despiste y la hierba se los engullo.

Amigo o amiga que el sendero te vaya bien. 

¡Que graciosos!