Correr por Dubái, ciclar por Dubái y ahora haciendo Trekking Urbano.
Si todo va bien, si la salud
nos respeta y mil cosas más no lo impiden, en septiembre, iniciamos el Camino de
Santiago desde Villafranca de los Caballeros. Esto me obliga a ir poco a poco
en mi caminar.
Aprovechando esta ciudad que está envuelta en arboleado de hormigón y cristal, donde el desarrollo urbano ha ido creciendo entorno a la circulación rodada y hoy pensando que quiere despertar un poco para hacerla más transitable a los peatones, pues nada, yo me lanzo hacer mi particular trekking urbano.
La palabra trekking vendría a
ser, como decir, ir por el campo un poco a los “gallo-gallina”, es decir, que
cuando te aventuras por esta ciudad fuera de sus paseos o acerados definidos y
quieres transitar de un lugar a otro, en la misma ciudad el andar se hace
complicado. Sus cruces, las transiciones en las rotondas, el seguir un trazado
o dar una considerable vuelta para llegar a un punto que se ve a primera vista tiene
cierta complicación.
Aquí dejo tres rutas, cada una con su peculiaridad e idiosincrasia de terreno,
vistas y sensaciones, porque Dubái no es los tópicos que oímos (pienso que los tópicos tratan de esconder la realidad diaria de una persona o lugar). Dubái es una ciudad con su peculiar idiosincrasia, como la tiene España o mi pueblo. De hecho, andar entre sus calles o trazados me ha hecho ver y entender que mundos que parecen distintos o pretenden ser distintos, somos tan iguales y estamos tan interconectados.
Aquí existe una clase
“media-trabajadora” al igual que en España, que se levanta tempranamente, que
tienen un duro día de trabajo y que tienen que organizar su vida con las mismas
dificultades, inquietudes y miras de objetivos.
Que también existe una clase rica y poderosa en Dubái, sí. Que le gusta ostentar su riqueza, pues también; pero, tú crees que en España no ocurre los mismo. Mi opinión es que si, aunque creo que se difiere en la ostentación.
Resumiendo andar me ha abierto
nuevos camino y también, como bien dice el dicho: Todos los caminos nos llevan
a Roma, así es en Dubái o en Madrid los ricos tienen el poder y son los que
mandan, sea de una forma o de otra o puedes poder ponerle un nombre u otro.