Esta mañana comencé con
un “Anda y Bueno vas”. Despedir a uno en estas condiciones, es como decir “vaya
la que me has dao”, “me has tenío envilo”, “que descanso me dejas” o uno puede
ser más explícito y decirle al año 2.021, -Váyase Ud. A la mierda-. Sea la
expresión que sea, esto es lo que mejor define el sentir de todos o casi todo
el mundo.
Hoy después de un grato paseo, de esos de tardes de sol, y
embelesao por unas bellas letras de reflexión, también llego a ver lo afortunado
de contarlo. Después de andar y pasar entre este angustiado recoveco que nos ha
ido marcado este año dos mil veintiuno, y como alguien dijo, sin tan siquiera
echar la vista atrás “ni el polvo en las zapatillas quiero llevarme”. Pero es
cierto que es el momento de cribar este gran montón que se ha acumulado de este
año de mierda, y apartar tanta granza para quedarnos con esos momentos que nos
han hecho sonreír o ver que somos afortunado de poder seguir, quizás esto, y el valorar la excelente calidad de esos cortos, pequeño pero intensos momentos sea suficiente para afrontar el 2.022 con
esperanza e ilusión de que este año venidero va a ser el bueno o mejor normalico.
¡Que así sea!.
Mientras tanto, en un momento y sin andarme sin miramientos
quemo esta mierda de año y así también le digo –Tanta paz lleves como descanso
dejas-.
Con toda fuerza desear un Venturos año Dos Mil Veintidós.
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