Aquel día que comencé a utilizar
gafas para hacer deporte empecé a comprender la importancia de unas buenas
gafas que se adapten con comodidad y versatilidad a la actividad deportiva.
Primero eran las propias gafas de
uso diario, `pero pronto incorpore unas gafas modelo deportivo con suplemento
corrector. Me acompañaron durante mucho tiempo, a veces dudaba entre el
complemento de sol o nublado, no quiero ni decir cuando elegía uno y el día pasaba
del sol a las nubes o viceversa. Pero fue hace tres años cuando al encontrarme
corriendo en la Snown Running Sierra Nevada entre ventisca, perdí el suplemento
corrector y fue todo una odisea hasta llegar a meta.
Comprar unas gafas deportivas graduadas,
que sean buenas, bonitas y baratas, quizás no sea complicado, pero que esas
gafas deportivas sean versátiles, al adaptarse a cualquier actividad deportiva,
desde el correr hasta la montaña, que el diseño sea flexible y de fácil acomodo
durante la actividad que estas realizando, que dé una respuesta exigente a un
uso extremo, desde caídas de la propia gafa o con el “gafista” incluido es
primordial, que varillas sean adaptativas, que los cristales sean sometidos a
golpes, que sean de sol y se sometan a los distintos cambios de luz, en fin que
reúnan todas las cualidades que la experiencia de años en actividad deportiva
les exige a unas gafas, hacen que des mil vueltas, consultes distintos marcas y
modelos de gafas, que visites diferentes tiendas especializadas y que al final
todo ello este en el rango de baratas que lo va definiendo los pasos y
comparativas.
Después de mucho contrastar me
decidí por la marca Rudy Proyect y el modelo Rydon. Es una gafa personalizable,
con unas patillas híper ajustables, facilitando con ello el ajuste en cualquier
momento y situación, la pieza nasal es cómoda
y sin dar molestias, los cristales la marca dice que son irrompibles
(caídas llevan una cuantas y es una
garantía y tranquilidad), son gafas ligeras
y el cristal foto cromático todo una maravilla y el mejor acierto en mi
elección, anti reflejante por supuesto. A todo esto tengo
que añadir que los cristales son correctores y reducidos, todo ello integrado
en la montura. No quiero más suplemento corrector sobre gafas de sol.
Tres años con ellas y cada día más
me convenzo de que fue la mejor elección e inversión deportiva, porque en mis
actividades he ganado en comodidad, en seguridad y en despreocuparme. Hoy
después de un intenso uso están como el primer día y mi recomendación es que
quien tenga una actividad deportiva y necesite gafas correctoras esta es la
primera inversión que se debe plantear, porque aquí no valen atajos.