Después
de dejar pasar unos días desde la celebración de la VIII Gala del Deporte en
Villafranca de los Caballeros, estamos en momentos de reflexión.
Han
pasado 8 años desde su primera edición, por casualidades de la vida, he estado
presente en todas ellas. No puedo hablar de las motivaciones y objetivos de
quien lo creo, pero después de estos años viéndola crecer, evolucionar y,
quizás ahora, estar en declive. Es momento de reflexión, sentando como base que siempre ha tratado de
potenciar los valores del deporte en los más pequeños, dar alternativas entre
la juventud y reconocimiento en aquellos adultos para su quehacer deportivo
quede como ejemplo.
Gala,
tiene un significado de alto boato, de ensalzamiento, de vistosidad, de realce,
de destacar por encima de lo demás, es decir, ser un acto extraordinario, y por
tanto, dotado de peculiaridades especiales. Creo o al menos así me pareció que
fueron sus inicios. Desde aquella primera edición hasta la recientemente
celebrada el pasado 6 de enero, se podría crear una línea evolutiva con su
crecimiento, sostenimiento y bajada, pero lo que pretendo es hacer simplemente
una reflexión, a esto último me atengo.
Este
acto extraordinario, por un lado, supone un trabajo desinteresado por parte de
los distintos clubes y asociaciones deportivas, y así se han mantenido, al
menos por algunos clubes, bien es cierto que otros han bajado su ritmo. Esto
nos lleva a unas simples preguntas ¿Qué está ocurriendo? ¿Existe descontento?
¿No hay motivación por esta Gala Deportiva?,….
Bastión
importante es la parte organizadora, es quien debe impulsar el boato de hecho
extraordinario, coordinar, velar porque todo este en su sitio, estimular,
buscar ideas creativas incluso innovar para que no se quede estancado el acto y
cada año sea atrayente, por eso se le llama Gala. Aquí me surgen otras
preguntas ¿No cree en este acto? ¿No tiene los apoyos adecuados?, ¿la tarea
impulsora a desaparecido?...
Como
he dicho se trata de simple reflexión, y para ello me sirvo a modo de ejemplo,
la tristeza que produce el nombrar a uno, otro y otro y que no aparezcan a
recoger su galardón y que de ello nada se sepa.
Creo
que estamos en el momento justo de ser críticos, y desde la crítica hacer
renacer y potenciar lo que nació como Gala del Deporte en Villafranca de los
Caballeros. Hay un año por delante, el esfuerzo no debe ser por nosotros los
mayores, sino por nuestros pequeños y por nuestros jóvenes que deben tener
referencias que les hagan crecer en los valores del esfuerzo y autoexigencia.
Hoy están los unos, mañana estarán los
otros o se mantendrán los mismos. Da igual, nosotros podemos y debemos querer
que como Ave Fénix resurja de sus cenizas un acto extraordinario de exaltación
de nuestros deportes y de nuestros atletas. Por ellos estamos obligados y
tiempo tenemos.